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Empuje al transporte para reducir las diferencias entre territorios

Las principales formaciones políticas que concurren a las próximas elecciones municipales y autonómicas dedican un espacio de sus programas a la construcción de nuevas infraestructuras, sobre todo de transporte.

Conscientes de que la gestión de la demanda cada vez mayor de nuevos modos de transporte más eficaces, rápidos, cómodos y respetuosos con el medio ambiente es más un problema socio-político que técnico, los partidos cada vez conceden mayor importancia a sus propuestas en materia de transporte.

Así, el PP planteará en la próxima campaña la articulación de una moderna red de carreteras regionales y locales, a través de los correspondientes planes regionales de carreteras, que permitirán la modernización y refuerzo de las vías principales, la construcción de variantes de población, así como actuaciones de conservación y seguridad vial de las redes regionales.

Además, los populares prevén promover acuerdos con los ayuntamientos capaces de financiar la mejora de caminos municipales, la urbanización de calles y la dotación de servicios.

Al tiempo, se impulsará la construcción de instalaciones complementarias como estaciones de autobuses, terminales de mercancías y puertos secos.

Por último, el programa marco del PP no se olvida de la seguridad vial, para lo cual se ha comprometido a incidir de manera especial en la eliminación de los puntos negros y la construcción de pasos elevados en puntos conflictivos de la red ferroviaria.

Por su parte, el PSOE apuesta por una planificación urbanística y una ordenación integral del territorio que tenga en cuenta como criterio básico la prioridad para el transporte público y la resolución de los problemas de movilidad y accesibilidad a través del transporte público.

Además de prioridad semafórica, el diseño del viario por que discurrirán los ejes principales estará pensado para el transporte público con carriles-bus e, incluso, con el diseño de calles de utilización exclusiva por parte de los autobuses y otros servicios de transporte público.

Otra de las preocupaciones de los socialistas es el establecimiento de políticas integradas de aparcamiento, tanto en superficie como subterráneos, que por medio de las tarifas establezcan las limitaciones horarias o zonales al vehículo privado, favoreciendo así la utilización del transporte colectivo.

Otra de las propuestas que aparecen en el programa electoral del PSOE hace referencia al fomento de la utilización del taxi con fórmulas de uso compartido, para acceder a barrios o zonas de las ciudades que presentan la imposibilidad real de ser atendidas por el transporte colectivo en autobuses o trenes.

Por último, los socialistas prevén apostar, allá donde gobiernen, por los centros de transporte intermodales creando aparcamientos disuasorios a la entrada de las ciudades en puntos de las poblaciones conectados con la red de transporte público.

Asimismo, cada apeadero o estación de servicios ferroviarios de cercanías o de metros interurbanos dispondrán de áreas de aparcamiento.

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