El comercio virtual entre empresas fracasa
La AECE constata que las empresas no utilizan el comercio electrónico entre ellas e inicia el proyecto Cicerón para fomentarlo a partir de 2004
Las empresas españolas no están interesadas en el comercio electrónico a través de los denominados marketplace. De hecho, ni siquiera quieren oír hablar de esta palabra ni de otras similares como B2B -intercambios entre empresas, frente al denominado B2C o venta minorista- o comercio electrónico. Así lo ha constatado la Asociación Española de Comercio Electrónico (AECE), cuyo último informe sobre la situación del B2B en España se refiere al año 2001 y sólo para empresas de más de 2,1 millones de euros de facturación. El estudio reflejaba que el 20,1% de las medianas y grandes empresas realizaban comercio electrónico, incluyendo como tal el intercambio electrónico de datos (EDI), muy introducido en el sector automovilístico y también, aunque menos, en el de la distribución. Y preveía que en 2003 sería el 39% de estas empresas grandes y medianas las enganchadas al B2B.
No existe un estudio posterior ni datos sobre el nivel de participación alcanzado, pero la sensación general es que se está muy lejos de las previsiones de 2001. Según el director de Euroinfomarket, Pablo Oliete, cuya plataforma Tractes.com es una de las más avanzadas de comercio virtual entre compañías, 'las empresas muestran un rechazo al comercio electrónico que es injustificado pero que está ahí. Quieren intercambiar información y tener sus productos en Internet, pero de eso a comprar y vender a través de las plataformas queda mucho tiempo'.
Conscientes de esta dificultad, la AECE se ha tomado su tiempo y ha puesto en marcha el proyecto Cicerón, con el que se busca que las empresas españolas se convenzan por sí mismas de las ventajas de operar a través de las nuevas tecnologías. Con un presupuesto inicial de 0,13 millones de euros, subvencionado al 50% por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el objetivo del proyecto Cicerón en su primera fase, que se desarrollará a lo largo de 2003, es conocer por qué las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, se resisten a comerciar a través de las diferentes plataformas que desde hace bastante tiempo existen en el mercado. Para ello, la empresa Demoscopia realizará entrevistas a 2.500 empresas de más de 19 trabajadores y mantendrá reuniones con las patronales de diferentes sectores económicos.
El proyecto Cicerón consiste en divulgar entre las pymes las ventajas del comercio electrónico desde los centros de innovación ya existentes
Según la directora general de AECE, Verónica Sagnier, 'es una evidencia que las pymes no han entrado en el comercio electrónico y no creo que sea por dinero, sino más bien por desconocimiento de las ventajas que les aporta'. Sagnier reconoce que el pinchazo de la llamada burbuja tecnológica provocó cierto recelo en las empresas y, sobre todo, 'produjo mucho rechazo en los inversores, de manera que ahora nadie invierte en proyectos de este tipo'.
Centros de innovación para las pymes
El objetivo del proyecto a medio plazo es enseñar a las pequeñas y medianas empresas a adentrarse en la sociedad de la información por medio de los denominados Centros de Innovación en Comercio Electrónico, que se desarrollarían a partir de 2004, una vez que se conozcan las conclusiones del estudio de Demoscopia. Según Verónica Sagnier, 'no se trata de centros propios, ya que nuestro presupuesto es limitado, sino de centros de investigación de las comunidades autónomas que se podrían dedicar a enseñar a las empresas a utilizar el B2B'. La mayoría de las comunidades autónomas cuentan con centros tecnológicos dedicados a la investigación de sectores estratégicos y enfocadas a prestar ese servicio a las pymes, que no cuentan con recursos suficientes para investigar por sí solas. El trabajo previo para conocer las necesidades de las pymes estudiará por separado cada sector, dado que las diferencias entre unos y otros a la hora de utilizar las nuevas tecnologías son notables.
La AECE no se ha marcado plazos para el relanzamiento del B2B en España, para no caer en el error que se cometió con la burbuja tecnológica. Según la directora general de la asociación, 'es muy importante investigar para dar en el clavo con cada sector, y por eso nos tomamos el año 2003 para realizar un buen estudio y no equivocarnos'. En cuanto a las ventajas de operar a través de las plataformas de comercio electrónico, Verónica Sagnier afirma que son muchas, 'lo que ocurre es que las empresas no las conocen'. La directiva de la AECE cree que será una labor de concienciación paulatina, donde los proveedores convencerán a sus clientes, o viceversa, en un proceso 'parecido al que se ha producido con el EDI en el sector del automóvil, donde los grandes fabricantes han arrastrado a los proveedores y ahora mismo o tienes EDI o no vendes ni un tornillo'.
Euroinfomarket aparca Tractes para ser rentable
La empresa valenciana Euroinfomarket, creadora de la plataforma de comercio electrónico entre empresas Tractes.com, ha decidido aparcar el proyecto de marketplace y centrarse en la prestación de servicios relacionados con Internet. Euroinfomarket ha tomado esta decisión después de comprobar que sus clientes se resisten a utilizar la plataforma y, sin embargo, sí demandan otros servicios que pueden resultar muy rentables para la empresa.Según el director general de la compañía, Pablo Oliete, 'nuestros clientes quieren intercambiar información, no hacer comercio electrónico, y nosotros somos una empresa que tiene que ganar dinero y no una fundación para promover el B2B'. Euroinfomarket fue promovida por la Generalitat y las Cámaras de Comercio valencianas -tienen el 25%-, y está participada por Bancaja y la CAM (52%), Telefónica, Bull, Tissat, Ruralcaja y Caixa Ontinyent. El año pasado facturó 0,42 millones de euros y perdió 1,6 millones.La empresa, que había creado un portal horizontal de aprovisionamientos y mercados verticales del calzado, el juguete, el mueble, el textil hogar y la moda infantil, ha fusionado los dos últimos y ha centrado su actividad en el mueble. El juguete y, sobre todo, el calzado, los da por imposibles. No obstante, las plataformas siguen activas para quien las quiera utilizar.'En el mueble lo que hacemos es digitalizar los catálogos de los fabricantes, ponérselos en su web y en nuestro marketplace y vender a los clientes de ese fabricante la posibilidad de descargarse el catálogo periódicamente e integrarlo en su base de datos', explica Pablo Oliete. Los fabricantes disponen, además, del catálogo en cualquier formato digital para acudir, por ejemplo, a ferias. Según Oliete, 'el objetivo ahora es digitalizar las empresas, porque es difícil que entren en el comercio electrónico cuando la mayoría aún trabaja con catálogo en papel'.