La Comisión elabora las directrices para mejorar los procesos de fusión

Las normas comunitarias que regulan las fusiones responsabilizan al Ejecutivo comunitario de determinar si una concentración crea o fortalece estructuras que pueden impedir de forma significativa la competencia efectiva en el mercado común. Si la Comisión considera que pueden existir problemas de competencia, entonces las partes deben establecer medidas que solucionen esas posibles distorsiones y demostrar claramente que cumplen con la regulación comunitaria.

Para incrementar la eficacia, consistencia y transparencia de la negociación que se establece entre las partes y la Comisión para la adecuada aplicación de las medidas de corrección necesarias, el Ejecutivo ha decidido elaborar dos documentos de directrices. Estos textos establecen un modelo para los compromisos de desinversión que puedan ser necesarios para evitar problemas de competencia, así como los estándares para los mandatos de los fideicomisarios.

Estas directrices, que facilitarán el trabajo de las partes que se quieren fusionar, no proporciona sin embargo una cobertura exhaustiva de todos los asuntos que podrían ser relevantes en un caso de fusión y no tiene valor vinculante. El objetivo es permitir a las partes implicadas en la operación concentrarse más en la aplicación de los compromisos, sin tener que establecer en cada ocasión una serie de normas y plazos para su cumplimiento.

En el caso del modelo estándar para los compromisos de desinversión, se describe "de manera clara el proceso de compromiso, el negocio que debe ser cedido y las obligaciones de las partes" implicadas en dicho negocio durante el periodo intermedio "hasta que el compromiso se complete". Las directrices señalan además los requisitos que según la Comisión debe cumplir el comprador del negocio cedido. El relativo a los administradores fiduciarios -aquellas personas encargadas de vigilar que los compromisos adquiridos se cumplan- establece su papel y función para facilitar su cumplimiento.