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Entrevista

'Los políticos deben conocer que la tecnología existe'Isabel Tocino

Isabel Tocino, ex ministra de Medio Ambiente en el primer Gobierno de Aznar, lleva más de 10 meses al frente de Siebel Iberia. En este tiempo no ha parado de predicar que no cabe la reforma de la Administración sin las tecnologías de la información

Tras 16 años dedicada a la vida política (10 de oposición, cuatro en el Gobierno y dos como presidenta de la Comisión de Exteriores), Isabel Tocino decidió el pasado junio aceptar el cargo de presidente de la compañía de software Siebel para España y Portugal. La ex ministra de Medio Ambiente defiende que las mismas herramientas que son útiles para que las empresas conozcan a sus clientes y fidelizarles (y que son las que comercializa su empresa) sirven igualmente para mejorar la relación de los ciudadanos con la Administración. 'Las tecnologías de la información son las herramientas fundamentales del siglo XXI para hacer la verdadera reforma de la Administración, para que sea menos burocrática y más cercana a los ciudadanos'. Tocino reconoce, no obstante, que 'hace falta voluntad política, y que lo que tienen que conocer los políticos es que la tecnología existe'.

Pregunta. Siebel ha fichado en Europa a ex políticos como John Major, ex primer ministro británico, o Giuliano Amato, ex jefe de Gobierno italiano. ¿No ve criticable estos fichajes, una vez que la compañía había manifestado su deseo de poner su foco de negocio en la Administración electrónica? ¿Se ha marcado usted alguna barreta ética?

Respuesta. Si yo me dedicara exclusivamente al sector público entendería que alguien se hiciera este tipo de preguntas, pero me ocupo de toda la compañía para España y Portugal. Además, estoy en una empresa que antes de que llegara Isabel Tocino ya era líder mundial en soluciones CRM, aquellas que ayudan a las empresas a conocer mejor a sus clientes. Es la primera compañía de soluciones para los negocios digitales en EE UU y la segunda a nivel mundial.

P. Sí, pero ha contratado a estas personas cuando ha visto que las ventas en el sector privado se frenaban.

R. El techo en el sector privado está muy lejos de tocarse. Tenemos una cuota del 70%, muy superior a cualquiera de nuestros competidores. Pero si vemos las cifras del sector, indican que de los 25.000 millones de dólares que se invierten en aplicaciones informáticas que ayudan a a explotar los datos que cada empresa tiene de sus clientes, sólo 4.000 son de soluciones paquetizadas, que es donde Siebel se mueve y dónde más se está creciendo, luego el potencial que tenemos es enorme. Además, hay que tener en cuenta que somos personas que por edad o por nuestras anteriores actividades profesionales tenemos conocimientos de lo que es la gestión, y esto ayuda.

P. ¿En qué punto está la Administración electrónica en España?

R. Hay Gobiernos regionales que lo van entendiendo. Tenemos clientes en el sector público como la Generalitat de Cataluña, la Agencia Catalana del Agua, el SAS de Andalucía o el Principado de Asturias. Y estamos pendientes de otros concursos públicos a los que nos hemos presentado y de otros que van a salir. Somos optimistas.

P. ¿Qué plazos ve para que la Administración electrónica sea una realidad?

R. El e-Europe 2005 tiene una fecha, pero también es cierto que el final de 2001 y 2002 han sido, desde un punto de vista macroeconómico, los peores de la historia de las tecnologías de la información. Este año estamos intentando salir de ese túnel de incertidumbre, pero creo que 2003 tiene que suponer un nuevo despegue. No sé cuánto se llegará a cumplir en 2005, pero en cinco años vamos a ver un cambio absoluto: los ciudadanos tendrán acceso a una gran mayoría de servicios públicos, no sólo a la información, sino a la tramitación final.

P. ¿No cree que la actual crisis económica y los gastos de algunos países en la guerra de Irak pueden frenar las inversiones en estas tecnologías?

R. Venimos de una fase de cierta recesión no sólo en EE UU, sino también en Europa, donde se está cuestionando el Pacto de Estabilidad precisamente por los países que más lo propugnaban. No cabe duda de que puede haber un freno en las inversiones en general, pero no específicamente en todo lo que tiene que ver con la sociedad de la información, porque en momentos de recesión es cuando se entiende que ésta es una inversión estratégica. Las empresas necesitan ahorrar, ser más productivas para ser más competitivas. E igual la Administración. Lo que tienen que conocer los políticos es que la tecnología existe, que hace falta la voluntad política de poner ese dinero. Hay países de la ampliación, como Eslovenia, que están más avanzados que algunos de los Estados miembros actuales.

P. ¿Cómo ve la voluntad política del Gobierno español, porque los ejemplos que ha puesto de clientes públicos en España son de Gobiernos autonómicos que no son del PP?

R. He contado los proyectos que tenemos al día de hoy. También estamos en alguno de Castilla-La Mancha. Y hay concursos públicos que están a punto de salir y que nos encantaría ganar: de Agricultura, la Seguridad Social, la Marina... Se va a producir una eclosión. No digo que no haya esa voluntad política; se están estudiando las distintas ofertas y tipos de tecnología. Creo que no se debe producir una paralización por un proceso electoral, porque ahora son mecanismos que no tienen ningún color político. A lo mejor, andando el tiempo, puede ser un elemento diferencial para votar a uno u otro partido y puede incentivar competencia entre ellos.

P. Pero para que se alcance esa Administración electrónica hace falta que el país esté informatizado, los ciudadanos y las empresas. ¿Cómo ve el desarrollo de la sociedad de la información en España?

R. Es fundamental que funcione bien el back office, pero nos encontramos a veces con que las bases de datos en la Administración no están al nivel de exigencia que pueden requerir ahora unas tecnologías, como el CRM, que pueden parecer muy sofisticadas si no están esas bases de datos bien afincadas. Por tanto, lo primero es construir esas bases y que se haga de una forma única, para tener un conocimiento único del ciudadano.

P. ¿Y qué opina del plan Info XXI, tan criticado?

R. Da igual que mire nuestro plan Info XXI o los equivalentes en Portugal e Italia, por citar dos ejemplos. El e-Europe 2002 fue un compromiso importante nacido de la Cumbre de Lisboa que ha servido para empezar a mentalizar a la opinión pública y al sector público de la importancia de aplicar las nuevas tecnologías para que un país sea competitivo. Los empresarios lo han entendido antes, han visto que es un elemento diferencial, pero el cambio de mentalidad en la Administración es más lento. Todo el mundo ha reconocido que toda la Unión Europea con el e-Europe 2002 se centró más en crear infraestructuras de comunicaciones que en el ciudadano. Pero el e-Europe 2005 está dando una impronta diferente. Es más ambicioso y es en el que tenemos que centrarnos.

P. ¿Cree que los ciudadanos deberían presionar más?

R. Los ciudadanos empiezan a percibir las ventajas de utilizar estas tecnologías en su vida privada y comienzan a exigírselas a los Gobiernos para que les permita acceder a servicios a los que como contribuyentes tienen derecho. Ya se están poniendo en marcha iniciativas como el portal del ciudadano, pero hay que ver cómo se llevan a cabo los distintos proyectos para que no cambiemos el 'vuelva usted mañana' por el 'conéctese mañana'.

P. ¿Y cómo pueden ayudar las soluciones de Siebel?

R. Nuestra plataforma permite que los ciudadanos decidan por qué canal se comunican con la Administración. No sólo por Internet, pueden escoger otros canales como el teléfono fijo o móvil, evitando la brecha digital. Las soluciones de Siebel hacen que la Administración pueda ser proactiva: como tiene tu perfil sabe qué derecho tienes, a qué servicios, y te los suministra. Puede recordarte, por ejemplo, que tienes una cita en un hospital y preguntarte si vas a acudir. Permite que la Administración tenga un conocimiento único del ciudadano y esto mejora la calidad de la democracia.

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