Apuestas repartidas entre tres candidatos
Las empresas españolas con intereses en Argentina observan con escepticismo pero serenidad el proceso electoral. Fuentes de las compañías evitan valorar a los candidatos. Hay preferencias, pero ninguna despierta entusiasmo.
La apatía domina la campaña. Ninguno de los aspirantes alcanza el 20% en la intención de voto, lo que aboca a una segunda vuelta el 18 de mayo. Los que tienen más apoyos, según los sondeos, son tres: el peronista Carlos Menem, que gobernó Argentina entre 1990 y 2000; el también peronista Néstor Kirchner, apoyado por Duhalde, y el ex ministro Ricardo López Murphy. Queda rezagado otro peronista, Adolfo Rodríguez Saá, que fue efímero presidente entre el 23 y el 29 de diciembre de 2000.
Aunque el resultado electoral está muy abierto, ha disminuido el temor a un triunfo de ofertas políticas contrarias a los intereses de las grandes empresas. Quizás escarmentados por la hostilidad del mercado a Lula en Brasil, los candidatos argentinos tratan de dar imagen de fiabilidad. Más que por las promesas electorales -inconcretas o poco creíbles- el ganador será juzgado en función de su equipo y sus primeras medidas.
'Los inversores ya valoran de forma positiva que las primeras posiciones en los sondeos estén ocupadas por candidatos pro mercado, como demuestra la subida de la Bolsa', apunta Mariola Cobos, analista de Consors. 'Sin embargo, creemos que verían aún con más optimismo que Kirchner ganara las elecciones, ya que supondría la continuación de la política de Duhalde que ha supuesto el comienzo de la estabilización', añade. 'Si gana Menem, habrá algo más de incertidumbre y hasta que no se definiesen las nuevas directrices la Bolsa española se resentiría', concluye Cobos.
Otros expertos opinan todo lo contrario. Martín Anidjar, de JP Morgan, afirma que Menem y López Murphy son 'las opciones amistosas para el mercado', mientras que los demás candidatos, incluido Kirchner, tienden al 'aislacionismo' y tendrían más difícil alcanzar un acuerdo con el FMI. Este experto admite que le genera desconfianza que 'los candidatos de centro izquierda hagan una retórica de campaña hostil a los organismos internacionales y muy contraria a lo que fueron los noventa, identificados como lo que no se debe hacer'. Menem gobernó toda esa década.
Lucas Vigier, de Analistas Financieros Internacionales, coincide en que la candidatura de Menem sería la más ortodoxa en lo económico, dadas las tentaciones populistas de sus rivales. Este experto hace una lectura muy crítica de la gestión de Duhalde: 'Este Gobierno ha estabilizado la situación sin tomar medidas de fondo. Estructuralmente no ha resuelto nada'.
José Luis Martínez, economista jefe de Citigroup, plantea varios escenarios. El más positivo para el mercado sería una victoria inesperada de uno de los candidatos en primera vuelta. 'Y el elegido por muchos analistas sería Menem', comenta. 'Es cierto que existe mucha oposición hacia este candidato, pero también que su nombre es el favorito en caso de preguntar por una victoria en primera vuelta', agrega este experto.
Martínez señala que otro escenario positivo para los mercados sería la victoria inesperada, pero en segunda vuelta, de López Murphy. 'Muchos buscan semejanzas con lo ocurrido en Perú con Fujimori o en Ecuador con Gutiérrez'. De Kirchner, Martínez señala que asegura la continuidad en política económica, pero que su programa parece más intervencionista.
Gane quien gane, el Servicio de Estudios del BBVA espera continuidad en las políticas económicas, en especial la austeridad presupuestaria, tras las elecciones. En este supuesto, en la segunda mitad de este año puede llegar el acuerdo con el FMI, la revisión de tarifas de servicios públicos y se iniciaría la reestructuración bancaria. Quedaría pendiente para 2004 la solución para la deuda externa.
'Un escenario caótico, con política fiscal expansiva y emisión descontrolada de dinero, es poco probable, ya que generaría una nueva fuga de capitales con alta inflación, mayor devaluación y vuelta a la recesión, situación que la población argentina no está en condiciones de soportar nuevamente', afirma Ernesto Gaba, economista jefe de BBVA-Banco Francés.
Más allá del resultado electoral, la verdadera prueba de fuego para la economía argentina y para las empresas españolas vendrá inmediatamente después de que el nuevo presidente asuma su cargo el próximo 25 de mayo. 'La primera tarea del sustituto de Duhalde será la negociación con el FMI de nuevas líneas de préstamos. El Gobierno saliente acordó a principios de este año postergar el pago de los préstamos hasta finales del próximo mes de julio. Sin embargo, no se habló nada de las nuevas ayudas, importantísimas para reactivar la economía', según Pablo Cuadrado, analista de Banif.
Un informe de Sabadell Banca Privada pone el dedo en la llaga del escepticismo general: 'El país afronta una nueva etapa marcada por la esperanza de haber dejado atrás lo peor de la crisis, pero con la desventura de no haber tenido una renovación de la clase política'.