Los expertos temen un desastre ecológico similar al de 1991
En aquella guerra, las tropas de Sadam Husein prendieron fuego a más de 600 pozos petrolíferos en su precipitada huida de Kuwait, lo que hizo que se liberaran a la atmósfera, en apenas un mes, tres millones de toneladas de humo contaminado, según revela un reciente informe de la revista especializada Meda.
Julen Rekondo, experto en medio ambiente, asegura que 300 lagos de petróleo llegaron a cubrir en aquella contienda 50 kilómetros cuadrados de desierto, aparte de los 900 kilómetros que se vieron dañados por los vehículos militares, provocando el avance de las dunas y la proliferación de las tempestades de arena y la erosión.
El trabajo también toma como referencia los conflictos de Yugoslavia, en 1999, y Afganistán, a finales de 2001. A consecuencia de los bombardeos en la ciudad yugoslava de Pancevo, situada junto al Danubio, se vertieron al canal de una refinería dos toneladas de dicloroetano, una sustancia altamente dañina para la vida terrestre y acuática.
En estos conflictos bélicos, así como en el del Golfo, se produjeron grandes fugas de otros productos peligrosos como mercurio líquido, cloruro de vinilo, amoniaco líquido y policlorobencenos, que dejaron serias secuelas medioambientales, pues tardan años en degradarse.
En el informe se calcula que en Afganistán quedan todavía 24.000 pequeñas bombas sin explotar.