Pérdidas y cautela, a la espera de más noticias del frente
El mercado sigue pendiente de la evolución de la guerra en Irak. La esperanza de un conflicto rápido se ha desvanecido y la euforia que caracterizó la evolución de la Bolsa la semana pasada se ha visto sustituida por la cautela. El miedo a una guerra larga que afecte el crecimiento económico, el consumo y los resultados empresariales domina los movimientos de los inversores desde hace días.
Las empresas empiezan a advertir que sus negocios sufrirán importantes parones. United Technologies o la cadena de hoteles Hilton se encuentran en este grupo. Las firmas de análisis agravan el pesimismo. Goldman Sachs considera que las ventas de programas informáticos seguirían siendo débiles incluso sin tener en cuenta el impacto de la guerra.
Los indicadores económicos decepcionan. El índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan cayó hasta 77,6 puntos y, aunque el dato superó las previsiones, se situó en el nivel más bajo desde agosto de 1993.
La semana arrancó con fuertes ventas en Wall Street al quedar claro que las fuerzas aliadas encontrarán mucha resistencia en Irak. Tras una sesión de recuperación, el mercado comenzó a entrar en un compás de espera marcado por la volatilidad y una tendencia de fondo negativa. Muchos analistas prevén movimientos de escasa variación hasta que empiecen a despejarse las incógnitas.
La sesión de ayer fue la tercera consecutiva de caídas. El Dow Jones cedió el 0,68% para perder en la semana el 4,41%. El Nasdaq retrocedió el 1,06% ayer y un 3,68% en cinco sesiones.