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Tecnología

El conflicto que se libra en la Red

La guerra de Irak dispara las alarmas frente a los ciberataques y el retraso en la salida de la crisis de las tecnológicas

Al mismo tiempo que los misiles y las bombas caen sobre Irak, los militares estadounidenses mantienen archivada la información más sensible sobre la guerra en una red privada, llamada Red secreta de Internet, que no está conectada a la Internet convencional y que hace extremadamente difícil, si no imposible, que el hacker más avezado pueda acceder a ella.

Esta es la primera guerra donde, a la vez que se libra una batalla con armas convencionales más o menos sofisticadas, se teme que se produzca otra paralela en el ciberespacio. Por ahora, los ciberataques se están limitando a colapsar algunas de las web más simbólicas, y, excepto el daño económico que provocan estas intrusiones, el peligro no va más allá.

En ese sentido, uno de los ataques en la Red más intenso se produjo esta semana, un día antes de los primeros bombardeos. Aprovechando una nueva vulnerabilidad en el sistema Windows de Microsoft, el grupo hacker Fuerza de Sabotaje (RSF, en sus siglas inglesas) penetró en el servidor del Ejército de EE UU. La información guardada en el disco duro se transfería automáticamente a otro servidor lejano. Simultáneamente, en la web se recibía un goteo de mensajes contra la guerra que estuvieron colgados todo el día en la Red. Mensajes pacíficos, pero no por eso menos dañinos. Los expertos de mi2g, una empresa británica de seguridad, calculan que estos ataques a través de redes informáticas causarán, sólo en este mes, unas pérdidas económicas hasta de 2.000 millones de euros.

Tratando de controlar la información sensible, algunas unidades militares de EE UU han prohibido a los soldados que envíen e-mails (la forma más común de comunicarse con los familiares en esta guerra). Temen que algunos mensajes electrónicos, sobre todo los que llevan imágenes digitales, puedan ser interceptados y comprometan algunas operaciones militares.

La Administración va a destinar este año 111 millones de dólares (105 millones de euros) dentro de su programa para la investigación y desarrollo en temas de ciberseguridad.

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Pero el vínculo entre esta guerra y la tecnología no sólo está en el peligro de utilizar Internet como una nueva arma de ataque, sino que la contienda contra Irak ha despertado los temores de un sector, el de las empresas dedicadas a las tecnologías de la información, que ve cómo se les escapa de las manos una salida a la crisis que dura ya más de un año. El conflicto también está permitiendo a los medios de comunicación experimentar nuevas formas de cubrir informativamente una guerra a través de Internet y en tiempo real. Sin olvidar que la Red ofrece la opción de publicar información de periodistas independientes a través de los llamados weblogs (diarios o bitácoras), cuya popularidad se está multiplicando en este conflicto.

En lo que va de mes, dos países están concentrando más de la mitad de los ataques cibernéticos que se registran en el mundo, EE UU e Inglaterra. Los expertos descartan por ahora el riesgo de una ciberguerra, ya que estos ataques tienen un objetivo fundamentalmente pacífico, como dice Olaf Linder, director de una de las mayores empresas de seguridad informática, Symantec. 'No hay que temer al ciberterrorismo. Ese extremo es sólo un rumor que conviene a determinados grupos de intereses. Y por el lado de Irak tampoco es de esperar un ataque a través de la Red'.

Sin embargo, los expertos sí están preocupados por la intensificación de los ataques a medida que avance la guerra. Sobre todo los Gobiernos de los dos principales países que participan en la batalla, que han elevado el límite de riesgo terrorista hasta código naranja, que supone alto riesgo. En EE UU, todas las operaciones de ciberseguridad se han centralizado en el Departamento de Seguridad, reforzado con el Sistema de Información de Alerta Global, que usa datos de empresas de telecomunicaciones para vigilar el tráfico de Internet. Además, en caso de ciberguerra, EE UU tiene preparada una red totalmente aparte de Internet para que los Gobiernos occidentales y la industria recurran a ella.

En España, hasta ahora, el caso más significativo de ataques a web lo protagonizó el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que mostraba en su página de entrada varias fotos de Aznar, Bush y Blair junto a dictadores como Hitler o Franco y mensajes en contra de la guerra. Las principales empresas de seguridad, como Panda Software, recomiendan aumentar las alertas, dado que nuestro país es otro de los objetivos de los grupos de hackers que se quejan contra la guerra.

'Es una situación desoladora. Nadie ve señales positivas. Es un doble mal de ojo', afirmaba un analista esta semana, refiriéndose a la ya larga crisis económica y a la recién empezada guerra contra Irak. En la industria de los ordenadores y del software, por ejemplo, las compañías están aplazando sus compras hasta ver cuánto dura el conflicto bélico y cómo se resuelve finalmente, según aseguró hace unos días Joseph Msays, directivo de IBM para Europa, Oriente Próximo y África. Si la guerra es corta, la opinión generalizada es que los gastos rebotarán rápidamente. Concretamente, en Oriente Próximo podría verse un incremento neto en el gasto en tecnologías de la información (esta zona representa hoy el 1% del gasto a escala mundial). Pero si la guerra es larga, las empresas mantendrán pospuestas sus compras probablemente hasta 2004. 'Esto nos causará daño', dice Msays.

Sin duda, la guerra de Irak es un factor que preocupa al sector. Se teme que los costes que deben afrontar algunos Gobiernos a causa de la contienda afecten a las inversiones del sector público en tecnologías de la información. Y esto puede ser especialmente grave 'ahora que las grandes compañías se habían refugiado en los contratos con las Administraciones públicas', tras el estallido de la burbuja que acabó con los gastos tecnológicos de las puntocom y de las grandes compañías de telecomunicaciones. La pregunta es qué pasará ahora con empresas como Computer Sciences, por ejemplo, que predijo el pasado mes que sus ventas crecerían en parte por su presencia creciente en el mercado de las Administraciones, o SAP, que espera facturar una parte de los 38.000 millones que el Gobierno estadounidense ha presupuestado para gastarse en seguridad nacional este año.

Además, 'muchas empresas norteamericanas están recibiendo instrucciones de viajar lo menos posible y eso obligará a posponer proyectos. Las inversiones de países de la zona en conflicto como Israel (gran inversor en tecnología), Arabia Saudí o Kuwait pueden sufrir un parón', afirma Javier Fernández, director de Profit/Gartner en España.

Pese a ello, Jaime García Cantero, de IDC en España, asegura que 'a largo plazo la guerra puede tener un efecto positivo para el sector', ya que tras la guerra viene la reconstrucción. Los países de la región probablemente necesitarán adquirir sistemas asociados a la vida civil y militar. García Cantero cree, no obstante, que la guerra al final 'va a ser la excusa para que sigamos sin ver signos de recuperación'. Y apunta a que las empresas especializadas en seguridad y comunicaciones serán las que salgan más reforzadas.

Nadie sabe si Sadam Husein se ha sentado delante de un ordenador alguna vez. De lo que sí hay constancia es de que su hijo mayor, Uday, tiene suscrita una cuenta gratuita con el portal estadounidense Yahoo. A su dirección puede accederse a través del único periódico iraquí que se publica en la Red, Al Zawra, que pertenece al hijo de Sadam. Escrita en inglés y árabe, la web da la posibilidad de contactar con Uday bajo la dirección udaysaddamhussein@yahoo.es.

La pobreza tecnológica de Irak es absoluta, aunque en los últimos años el régimen se ha abierto un poco más a Internet, permitiendo la apertura de los primeros cibercafés en Bagdad. Las principales universidades cuentan asimismo con varios ordenadores con acceso a la Red, aunque con muchas restricciones que el implacable filtro del proveedor de servicios de Internet oficial iraquí, Uruklink, se encarga de establecer.

Pese al tímido aperturismo de los últimos años, Irak sigue siendo uno de los únicos países (sin contar con los del continente africano) que aún no cuenta con su propia dirección IP. El servidor donde se aloja tanto el periódico de Uday Husein como la agencia de noticias oficial, INA, se encuentra en Jordania y ambas webs llevan la dirección .Net. Además de otras dos revistas oficiales y la oficina de Irak en la ONU, pocas más páginas iraquíes se alojan en la Red.

Desde hace unos meses, Sadam Husein también cuenta con su propia web (en la foto). La página ofrece una biografía del dictador iraquí y sus últimos discursos, en inglés y árabe. Además, brinda un buzón de correo electrónico que, según un periodista de Wired que logró acceder a su interior, recibe cada día miles de mensajes, sobre todo de ánimo. Sin embargo, hasta ahora no se tiene constancia de que Sadam haya contestado a ninguno.

Más capacidad de red

En EE UU y Europa, muchos proveedores de acceso a Internet y sitios informativos sufrieron desde el pasado miércoles un incremento del tráfico desconocido hasta ahora. Wanadoo tuvo que invertir en un nuevo servidor para poder mantener sus servicios de correo electrónico o de navegación. En Iber-X, la bolsa de las telecomunicaciones española donde se ofertan y demandan capacidades de comunicación, se calcula que la capacidad de red consumida estos días ha crecido entre un 100% y un 300%. Por ejemplo, Elpais.es registró un incremento en el uso de banda ancha al pasar de 24 megas el lunes a 40 el jueves.

Jenaro García Martín, director general de Iber-X, advierte que este incremento de demanda ha provocado una subida de los precios de los megas de banda ancha, que sufre vaivenes como el petróleo. El mega de banda ancha subió el pasado jueves cuatro euros. La guerra ha provocado igualmente que se establezcan desde España nuevos circuitos de comunicación con Oriente Próximo, gran cantidad de ellos con Egipto, Turquía y Kuwait, y líneas de satélite en el norte de África. Y también conexiones punto a punto con EE UU.

Las cadenas de televisión CNN, ABC, CBS News o ABC News, entre otras, están dando en sus sitios web los primeros pasos de cómo será una cibercobertura periodística de una guerra en el futuro. En sus páginas se pueden ver mapas del campo de batalla en tres dimensiones que representan los ataques militares y los movimientos de las tropas. 'Cualquiera puede hacer clic sobre el mapa y ver cómo va la guerra cada minuto', ha explicado Mitch Gelman, productor ejecutivo de CNN.com. Otras ofertas interesantes son las salas de chat desde donde los internautas pueden formular preguntas a los corresponsales.

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