Desde Cuba al 11-S, al Dow Jones no le gustan los conflictos
La explosión del Maine, que desató la guerra de 1989 entre España y Estados Unidos, provocó un descenso del 2,14% en el Dow Jones. Desde entonces el único conflicto bélico de importancia que Wall Street ha recibido al alza fue la Guerra del Golfo de 1991. El día que empezó la madre de todas las batallas el índice subió el 0,89%.
El hundimiento del buque Lusitania por submarinos alemanes en 1915 provocó la entrada de Estados Unidos en la I Guerra Mundial y, también, un descenso del 4,54%. Superior al 3,5% registrado después del ataque japonés a Pearl Harbor, que implicó a Estados Unidos en la II Guerra Mundial.
La Guerra de Corea, la crisis de los misiles con Cuba y el asesinato de Kennedy fueron otros acontecimientos de calado internacional que provocaron notables retrocesos en el Dow Jones, así como la caída de Nixon.
La invasión de Kuwait por parte de Irak en verano de 1990 fue recibida con un descenso del 6,31%. Era, hasta la fecha, la mayor caída generada por un conflicto bélico. Los mercados, pragmáticos como siempre, cotizaron más el miedo a una crisis petrolera a miles de kilómetros de distancia que la implicación estadounidense en las guerras mundiales.
El 11-S fue otra cosa. Sucedió a un par de manzanas de Wall Street y destruyó las oficinas de importantes bancos de negocios. El pánico que aquellos días inundó Estados Unidos tuvo su reflejo en el Dow Jones. Cuando abrió a la semana siguiente, el Dow sufrió una pérdida del 7,12%.