Los ministros de Economía se conjuran contra una espiral del IPC
Los ministros de Economía de la Unión Europea y el presidente del Banco Central Europeo se reunían anoche con carácter extraordinario en Bruselas para coordinar la respuesta a las consecuencias de la guerra. 'Estamos en guardia para adoptar todas las medidas apropiadas que aseguren a los consumidores y los inversores nuestra determinación a abordar con efectividad cualquier evolución adversa y minimizar sus efectos en nuestras economías', afirmó el ministro griego de Economía, Nikos Christodoulakis, momentos antes del encuentro. El griego, presidente de turno del Consejo, considera que Europa 'tiene la capacidad de absorber los efectos adversos' de una guerra cuyo impacto 'aún es difícil de calibrar'.
La estabilidad del sistema financiero y las garantías de que los mercados no sufrirán ninguna falta de liquidez figura entre las prioridades que ayer se fijaron los ministros. Tras los atentados del 11 de septiembre, el BCE ya realizó millonarias inyecciones de capital para garantizar la fluidez del mercado.
Los ministros también se conjuraban ante el presidente del Banco Central, Wim Duisenberg, para intentar evitar que una posible escalada de los precios del petróleo se traduzca 'en una espiral inflacionista'. El BCE dispondría así de un mayor margen de maniobra para relajar su política monetaria.
Pacto de Estabilidad
El debate más sensible giraba en torno a la vigencia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que el ministro español, Rodrigo Rato, considera intocable. Las demandas para una mayor flexibilización del pacto se suceden en los últimos meses, sobre todo, después de que las principales economías de la zona euro (Alemania y Francia) hayan agotado todo su margen de maniobra. El déficit público de los dos países se encuentra ya por encima del umbral del 3% del PIB respectivo, máximo permitido por el Pacto de Estabilidad. En la cumbre social (entre presidencia de la UE, Comisión Europea y los agentes sociales) celebrada ayer, el presidente de la Confederación Europea de Sindicatos, Emilio Gabaglio, pidió 'un estímulo fiscal coordinado a nivel de la UE' para superar el marasmo económico actual.