La CE ultima nuevos test para detectar el mal de las 'vacas locas'

La Comisión Europea ultima la aprobación para su comercialización de dos nuevos test para la detección del mal de las vacas locas, la encefalopatía espongiforme bovina (EEB). Se trata de dos pruebas desarrolladas por la suiza Prionics -que ya vende una- y la estadounidense Inpro. Esta última ha sido fundada por el premio Nobel de 1997 Stanley Prusiner, galardonado por su investigación sobre el prión causante del mal. El científico preside el consejo de administración de Inpro, con sede en California.

La aprobación de nuevas pruebas para detectar el mal puede recibir hoy un impulso definitivo, según fuentes cercanas a las negociaciones. Un comité técnico estudia en Bruselas los test de Prionics y de Prusiner y según las fuentes consultadas están muy cerca de dar su aprobación definitiva.

Hasta ahora sólo tres compañías cuentan con una licencia de la CE para comercializar estas pruebas post mortem. Son Prionics, la estadounidense Bio Rad y la irlandesa Enfer. Las tres empresas se reparten un mercado que supone las ventas anuales de 13 millones de pruebas a un precio medio aproximado de 30 euros por test.

El coste de estas pruebas es subvencionado en un 50% por la Unión Europea. La mano de obra dobla el precio. Europa es el principal mercado de las compañías que comercializan estos test, al haber sido la zona del mundo más castigada por la enfermedad. En 2002 se realizaron 8,6 millones de test en la UE.

Bio Rad posee un 60% de la cuota del mercado mundial de los test para detectar EEB, aseguran en la compañía estadounidense. Prionics, cuyos test han sido los que más se han comprado en España, controla un 30% del mercado y el resto pertenece a Enfer.

En España se adquirirán este año 600.000 test, una cifra similar a la alcanzada en 2002. El número de casos positivos de encefalopatía espongiforme bovina ha crecido en España desde los 82 detectados en 2001 hasta los 127 de 2002 y se espera que este año se superen los 130.