Colombia busca inversores internacionales para afianzar su despegue económico
Colombia aspira a crear un marco de estabilidad macroeconómica capaz de atraer a inversores extranjeros. Para ello, el Gobierno de Álvaro Uribe ha lanzado un plan de austeridad presupuestaria, control de la deuda, aumento de la recaudación tributaria, flexibilidad laboral e incentivos fiscales a la inversión.
'Nuestros objetivos son mejorar el entorno de seguridad doméstica y hacer el ajuste macroeconómico para que los inversores tengan todas las garantías y toda la estabilidad en las reglas de juego para poner sus capitales', explica el director de política macroeconómica del Ejecutivo colombiano, Andrés Arias, en una entrevista con Cinco Días. El economista estuvo la semana pasada en Madrid para dar una conferencia en la Fundación BBVA.
El primer problema de Colombia es la violencia de las guerrillas, agudizada en los últimos años. Entre 1986 y 1998 el promedio anual de ataques a oleoductos era de 44 y el de secuestros, de 1.490. Ahora, la media anual se ha multiplicado hasta 115 ataques a oleoductos y más de 3.360 secuestros. 'El compromiso del Gobierno es fortalecer el gasto militar y el mandato de la seguridad nacional que tiene el presidente Uribe', declara Arias.
El representante colombiano considera que el terrorismo también golpea a Colombia dificultando la creación de puestos de trabajo, con oleadas de desplazados, y elevando la percepción de riesgo en la subasta de títulos públicos. Poner coto a la deuda es otro gran reto de Uribe. 'Este tiene que ser el año que marque un punto de inflexión en el nivel de endeudamiento'. La deuda pública representa el 53% del PIB y su servicio consume anualmente el 40% del presupuesto del Estado.
Arias está convencido de que los planes de austeridad ya están dando resultados: 'Los inversores reciben una señala clara de que Colombia puede honrar sus compromisos y, para crecer, es imprescindible estar presente en el mercado internacional'. Colombia espera crecer este año un 2% y registrar un déficit público inferior a la meta del 4% pactada con el FMI.