_
_
_
_
Juan José Ibarretxe

'Aznar es un problema para España, para Euskadi y para el PP'

Juan José Ibarretxe (Llodio, 1957) asegura que la guerra contra Irak lastima las expectativas económicas y que su plan para la normalización del País Vasco ha calado en la sociedad, a la vez que considera que la violencia de ETA reduce las libertades en Euskadi.

Pregunta: ¿Qué opina de la posible guerra con Irak?

Respuesta: Desde el punto de vista económico, y según los últimas datos estadísticos, se ve claramente que está lastimando extraordinariamente las expectativas. Al final se está configurando como una auténtica crisis real. Creo que no hay nada que haga más daño a la economía que la actitud de Aznar en relación con este conflicto. No tiene sentido su defensa de la guerra, existan o no decisiones favorables de la ONU, ese seguidismo de las directrices de Bush. Además, Aznar está destrozando la política comunitaria, es un factor de división en la Unión Europea.

P. ¿Está usted dispuesto a hablar con Aznar?

R. El PP ha roto el diálogo, no sólo en público, sino también en privado. Tengo las puertas de mi casa, mi teléfono, todo, absolutamente abierto para hablar. El presidente del Gobierno y el lendakari deben hablar. Me gustaría decirle: 'mira, presidente, tú tienes unas ideas, que son legítimas, que no comparto, pero que respeto'. Me gustaría que él pudiera decir lo mismo. Ese sería un primer paso fundamental que deberíamos trasladar como imagen a la sociedad española y la vasca.

P. ¿Cuándo fue la última vez que dialogaron?

R. En julio del pasado año. El problema de Aznar es que ha hablado todavía menos con el jefe de la oposición. Pero tampoco con los obispos vascos, con el resto de los partidos, etcétera. No habla con nadie. La verdad es que Aznar es un problema para Euskadi, para España y para el propio PP y sus expectativas de voto.

P. Su propuesta de libre asociación de Euskadi con España ha recibido muchas críticas...

R. Las críticas son buenas cuando se hacen desde un punto de vista constructivo, porque enriquecen los proyectos. Lo que es inasumible es la postura de los que no quieren discutir. El PP y el Gobierno español es conocido que no quieren discutir conmigo sobre mi propuesta, mientras que yo sí quiero hablar con ellos e intercambiar ideas.

P. Pero su discurso no ha calado en el conjunto de la sociedad vasca y, por ejemplo, los empresarios ya le dijeron que no les gustaba.

R. Siete de cada diez empresarios vascos quieren que la propuesta salga adelante, y ocho de cada diez tienen la convicción de que algo hay que hacer para salir de la situación política por la que atravesamos. Por lo tanto, el empresariado vasco está absolutamente a favor de tomar iniciativas, de arriesgar, porque de la manera que vivimos no podemos seguir. Un país que genera riqueza y bienestar no puede vivir sin paz y libertad y a eso no son ajenos los empresarios.

P. ¿Se ha sorprendido por algunas manifestaciones, contrarias a su documento?

R. No. Debo decir que tenemos al día de hoy 35.000 aportaciones al documento, que son de agradecer. Lo único que no acepto en relación con la propuesta son los insultos. Todo lo demás, sí. Se aprende más de las críticas que de las alabanzas. Lo que nunca haría, por ejemplo con Aznar, sería insultarle, en el caso de que presentara una propuesta para solucionar determinadas cosas. El día que tenga que atacar a los demás por sus proyectos, mis propuestas dejarán de tener validez. Tenemos que recuperar la educación.

P. Resulta que está presentando su propuesta por diferentes países a final de mes estará en Alemania, y parece que aquí hay mucha gente que o no se ha enterado o no entiende nada de su discurso...

R. La sociedad dijo claramente lo que pensaba sobre las propuestas de cada uno el 13 de mayo pasado las anteriores elecciones autonómicas permiten al PNV gobernar en alianza con EA e IU. Entonces marqué los tres criterios que rigen mi propuesta: todos los derechos humanos para todas las personas; diálogo porque tenemos, además de la violencia de ETA, un conflicto político que hay que solucionar hablando; y en tercer lugar, respeto. Así articulé mi compromiso electoral, a pesar de que hay personas, como el presidente Aznar, que todavía no ha admitido ese resultado y que no acepta la legitimidad de las instituciones vasca. Las valoraciones que hago de las explicaciones que estoy dando en España y en Europa son todas ellas positivas. En general, aceptan la propuesta porque es legítima y democrática; el que tenga otras, que las presente. Y es una propuesta para toda la sociedad vasca, y no para una parte. Desde ese punto de vista, he podido observar a importantes colectivos, al margen del partido al que votan, que creen necesario y oportuno debatir sobre las cuestiones planteadas.

P. ¿Tiene un calendario para aplicar su plan?

R. Hay tres fases. Primero presentaremos en septiembre próximo el plan al Parlamento de Vitoria. Luego hay que debatirlo en la Cámara, y esa discusión, de momento, no tiene plazo, ya que no depende de mí. En el Parlamento se necesita mayoría absoluta, más de lo que tenemos los partidos que sustentamos al Ejecutivo, para que ese planteamiento salga adelante. A partir de ahí se entraría en la fase de la consulta, que en todo caso se haría en una situación de ausencia de violencia. No habrá excusas para nadie, lo que tengamos que hacer lo haremos en libertad.

P. ¿Se dan las condiciones democráticas para celebrar unas elecciones como las del próximo 25 de mayo? en Euskadi se eligen los representantes de los ayuntamientos y de las tres diputaciones.

R. Tenemos que posibilitar unas elecciones en las que todos los partidos políticos, todos, se puedan presentar, incluso Batasuna. Las censuras se deben dar en las urnas y debe ser la sociedad la que ilegalice o legitime.

P. ¿Qué escenario prevé después de las elecciones de mayo?

R. La sociedad vasca se tiene que expresar en libertad, y me gustaría que el escenario fuera más o menos el que se dio en mayo del año pasado, cuando los ciudadanos vascos dieron una lección de democracia. La violencia de ETA no representa para nada al pueblo vasco ni a su forma de ser.

P. ¿Qué papel puede jugar el PSE-PSOE, tras los comicios del próximo 25-M?

R. No lo sé. Para hacer política hay que tener un proyecto, y lo que hemos visto en los últimos tiempos, sobre todo en el País Vasco, es que ha sido un partido que ha vivido a rueda del PP, como si fuera su apéndice. Lo que deseo es que tenga su propio proyecto y que lo defienda ante la sociedad vasca y la española.

El 'respeto institucional' de la Zarzuela

El lendakari Juan José Ibarretxe no quiere entrar a analizar si tiene una relación diferente con La Zarzuela, y si ésta es más cercana y fluida que la que mantiene con La Moncloa, porque 'prefiero ser absolutamente discreto en este tema'. Pero sí comenta la reciente visita de los Reyes a Euskadi, en la inauguración de Bahía de Bizkaia Electricidad (BBE), el pasado 26 de febrero, que fue el primer paso en la puesta en marcha de un complejo energético que ha requerido una inversión de 640 millones de euros. 'Aquel acto demostró que el respeto institucional es importante. Creo que hay que trasladar imágenes de normalidad. Es absolutamente fundamental, tanto en Euskadi como en España. El respeto es el principio para alcanzar acuerdos. Y la fotografía de ese día, que demuestra un respeto institucional por lo que piensas, por lo que eres, es el principio'.Sobre ETA, el lendakari pide prudencia a la clase política, 'porque a veces quebramos expectativas con nuestras declaraciones. Tenemos que trabajar más y hablar menos en estas cuestiones. Para acabar con ETA es fundamental hacer política, y lo que transmite el pacto antiterrorista es absolutamente lo contrario. Transciende que no hace falta diálogo, sólo policía, y no habla de integrar a los que están fuera del sistema. Ese no es el camino para resolver el problema'.El lendakari también tiene críticas para el papel del PP en la crisis provocada por el hundimiento del Prestige. 'La gestión de la catástrofe ha sido horrorosa por parte del Gobierno español. Ha sido un auténtico disparate, y nosotros hemos trabajado para que esa situación no se repitiera en el litoral vasco. Por eso hemos dado la batalla en el mar y no hemos esperado a que el chapapote llegara a nuestras costas. Los buques vascos que han faenado contra el vertido del petrolero han recogido más de 20.000 toneladas del agua. Y no hemos esperado a ver si el chapapote pasaba de lado, hacia Francia, o se quedaba en el litoral cántabro o asturiano. La catástrofe ya se había producido y lo único que nos ha preocupado ha sido hacer las cosas bien desde un principio'.

Archivado En

_
_