El Ibex gana un 0,31% en un día de escasa actividad

Las Bolsas están atascadas. El compás de espera que se ha instalado en los mercados en relación a la posible guerra en Irak por parte de Estados Unidos, la debilidad de los últimos datos económicos de este país y la ansiada publicación del Libro Beige, conocido al cierre de la sesión de ayer, y la intervención de Duisenberg, presidente del BCE, hoy han dejado a los inversores totalmente al margen de la renta variable y en espera de nuevas referencias para mover ficha.

El Ibex tuvo una sesión aburrida en la que en ningún momento se decantó claramente por las pérdidas o las ganancias. El margen de oscilación entre el nivel más alto y el más bajo dan muestras de ello, ya que hubo una desviación del 1,6%. El índice cerró con una ganancia del 0,31% con un nivel de contratación que sigue preocupando a los gestores e inversores. Se intercambiaron 951,81 millones de euros.

El Ibex está 120 puntos por debajo de la referencia más inmediata para los bolsistas y que no es otra que los 6.000 puntos. Este nivel importante desde el punto de vista psicológico y técnico se perdió hace un par de semanas y en lo que va de año tan sólo ha logrado alcanzarlo en cinco ocasiones.

La subida simbólica que tuvo la Bolsa española estuvo apoyada en Inditex y Repsol, valores que subieron un 5,06% y 1,40%, respectivamente, y que aportaron conjuntamente 17,69 puntos.

Al otro lado de la balanza se colocaron los grandes del Ibex. Telefónica, BBVA y Popular retrocedieron el 1,04%, 0,51% y 1,51%.

Los bancos medianos, por el contrario, ganaron protagonismo. Bankinter y el Zaragozano subieron un 5,52% y 4,65%, respectivamente, después de que circulara el rumor de que Barclays estaría interesado en aumentar su presencia en el sector español entrando en una entidad de pequeña o mediana capitalización.

Otras compañías con tirón fueron las constructoras, que ante el alto grado de incertidumbre que viven los mercados actuaron como valores refugio. Dragados, ACS y Ferrovial destacaron con avances del 3,19%, 3,04% y 2,89%.

Europa, sin tendencia

El resto de los mercados europeos también tuvo una jornada indiferente. Alternaron ganancias y pérdidas que exceptuando el Footsie (-1,70%) no llegaron a alcanzar el 1%. La publicación del Libro Beige restó ayer protagonismo a la tensión bélica, decían los gestores.

Los inversores también permanecieron atentos a la evolución que seguía el dólar con respecto al euro. La moneda única rozó la paridad de los 1,10 dólares por primera vez en cuatro años. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, John Snow, añadió más presión al comentar la víspera que no le parece preocupante la situación del dólar.

Las compañías aseguradoras tuvieron otra jornada de ventas (-2,20%) tras el anuncio hecho por la británica Friends Provident (-14,49%) de que pagará menos de lo previsto en el dividendo correspondiente al ejercicio pasado. La compañía, además, dijo que los pagos futuros que había prometido a sus accionistas difícilmente puedan cumplirse.

La retribución al accionista fue otra de las causas de la caída de Eon (1,86%) después de anunciar que incrementará el dividendo de 2002 a 1,75 euros, cuando los analistas esperan una subida hasta 1,90.

Sin duda, otras de las empresas fuertemente penalizadas fueron las que sus negocios están vinculados a las oscilaciones del dólar. Así, Roche, que el 40% de las ventas las obtiene a través de Estados Unidos, retrocedió ayer un 3,02% y acumula en el año un descenso del 16,55%. Cap Gemini, que obtuvo un tercio de sus ingresos en 2001 en el país, retrocedió un 1,78%, aunque gana un 3,72% desde enero.

El goteo de resultados prosiguió en Europa. France Télécom presentó pérdidas récord de 20.700 millones de euros, mientras el mercado las situaba en 18.300 millones. La operadora francesa concluyó con un recorte del 2%. Hagemeyer y Givaudan perdieron el 4,07% y 10,64% al anunciar una caída del beneficio del 63% y 21%, respectivamente.

Fiat se dejaba un 2,07%, después de que Standard & Poor's recortara la calificación de la automovilística hasta bonos basura. La agencia se sumaba a la misma decisión tomada por Fitch un día antes.