Investigación, otra clave para el éxito
Cleaning House revoluciona el sector de la limplieza con el robot 'Tito', avalado por el Consejo de Investigaciones Científicas
Hace seis años, en un garaje, nació el robot Tito para la limpieza de edificios acristalados. Empleados de la empresa de limpieza profesional Cleaning House dirigidos por Enrique Cabrera, técnico en aeronaves, consiguieron crear de manera artesanal el primer prototipo de Tito con largueros de estanterías, bombas, motores y depósitos comunes.
Cuatro años después su invento interesó al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que, 24 horas después de conocer el proyecto, mostró su deseo de participar en una creación más perfeccionada del robot.
Tito ha supuesto un paso de gigante para Cleaning House, una empresa modesta que se creó en 1990 por Javier Sánchez. Un limpiador profesional que empezó en solitario y que ahora, 13 años después, es director general de una empresa con 60 personas empleadas y con muchas expectativas. Sólo en España hay más de 6.000 edificios inteligentes o acristalados. Cleaning House facturó el año pasado 800.000 euros.
Según el responsable de gestión, Iván Manrique, 'la idea de crear a Tito surge cuando Javier Sánchez percibe que la limpieza de edificios acristalados no deja satisfechos a sus responsables porque nunca acababan de estar limpios. Por ello se llega a la conclusión de que la solución está en automatizar este tipo de limpieza'. Tras la creación del robot surge una nueva iniciativa estratégica en la empresa y los mismos socios de Cleaning House constituyeron hace unos meses la sociedad Gesinclean, junto a un socio estratégico de México, para comercializar el robot en todo el mundo, sobre todo en Estados Unidos.
A través de esta nueva sociedad también se continuará la labor de investigación en el sector de la limpieza profesional y la expansión de un régimen de franquicia del nuevo concepto de empresa de limpieza automatizada. Iván Manrique explica que 'en marzo del año pasado se planteó la idea de que Cleaning House es una empresa de limpieza que no va a dejar de serlo. Este planteamiento hace necesario, por razones operativas, la creación de Gesinclean'.
Un débil competidor
Según el responsable de gestión, en el primer año tienen previsto vender 40 unidades y aumentar las ventas cada año entre un 10% y un 15%. Manrique afirma que en el primer año tendrán presencia mundial, ya que Estados Unidos, México y Egipto ya se han interesado por Tito. Sólo tiene un competidor en Israel. Se llama Skibot, pero su principal debilidad es que pesa 400 kilos y Tito sólo 125.
Tito está patentado por Cleaning House y por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que percibirá un porcentaje (todavía por acordar) por cada unidad vendida. Tito cuesta 30.000 euros y crearlo ha supuesto un total de 600.000 euros.
Rápido, barato, sin riesgos y ecológico
La tarjeta de presentación de Tito no puede ser mejor. Sus creadores aseguran que hace su trabajo muy rápidamente, reduce los costes en limpieza, elimina los riesgos de accidente laboral y es cuidadoso con el medio ambiente.Tito limpia 25 metros cuadrados por minuto, mientras que un empleado limpia 35 metros cuadrados cada hora. Es decir, el robot limpiaría una fachada de 10.000 metros cuadrados en dos jornadas y media, mientras que un limpiador tardaría 400 horas. Esto repercute en la reducción de costes. Además, apenas necesita detergente, utiliza muy poca agua, no emite partículas contaminantes y es silencioso. La calidad, según sus creadores, es muy alta y se nota. Explican que en una limpieza manual cuando se termina de limpiar una gran fachada ya vuelve a estar sucia. Gesinclean ha contactado ya con 200 empresas del mundo que se han interesado por Tito. También han hablado con distribuidores.