El dividendo se reduce un 9,14% y la acción pierde valor

Los gestores del BBVA, por primera vez en muchos años, no han realizado previsiones sobre cómo finalizará el año. Ni dividendo por acción, ni nivel de eficiencia, ni rentabilidad sobre fondos propios. González, quizás, no quiso ponerse la chistera y como le dijo a un accionista -en un tono crispado y con escasa cintura porque le culpó de la caída del dividendo- 'nosotros no somos magos y no podemos hacer milagros'. A renglón seguido achacó el descenso, tanto en la cotización como en el beneficio, a la crisis de América Latina y la menor aportación de las participadas a los resultados.

El BBVA repartirá, con cargo a los resultados de 2002, un dividendo de 0,348 euros por acción, un 9,14% menos que en el ejercicio anterior, lo que supone un total de 1.112 millones de euros. Francisco González, presidente de la entidad, con un total 1.140.292 acciones a final del pasado año, recibirá un dividendo de 400.000 euros y Telefónica, con el 1,13% del capital, ingresará 12,5 millones de euros .

El rendimiento de la acción ha experimentado un considerable descenso en los últimos seis años, salvo en 1997, cuando tuvo su mejor comportamiento. Este capítulo, que incluye la variación de la cotización, la reinversión de dividendos y las devoluciones del nominal fue en 2002 un 31,6% negativo frente a un 50,6% positivo en 1996.

El número de accionistas del BBVA a cierre de 2002 era de 1.179.074, con una disminución del 2%. A pesar de este descenso, su base accionarial es la más amplia del sistema financiero español, según la entidad bancaria. El 95,9% del accionariado posee menos de 4.501 títulos, que representan el 15,8% del capital. Los accionistas no residentes ostentan conjuntamente el 45,6% del capital social. Su cotización máxima en 2002 se situó en 14,21 euros y la mínima en 7,06 euros. El viernes pasado cerraba a 7,91 euros.