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Los riesgos de los financieros

Ahold acorrala a los directores financieros

Cuando todavía quedan rescoldos de Enron, el escándalo de la multinacional holandesa vuelve a poner en entredicho el papel que desempeñan los ejecutivos de finanzas dentro de las empresas

Se han convertido en los últimos tiempos en uno de los eslabones más vulnerables de las compañía. Han pasado de ser simples contables a convertirse en los nuevos estrategas de las empresas. Ya no permanecen encerrados en sus despachos, ahora participan de todas las decisiones estratégicas. Pero también al menor fallo contable caen de la misma manera que lo hace el presidente o el consejero delegado de la compañía. No hay piedad para el financiero. Y se encarga de recalcarlo el presidente de la Asociación Española de Ejecutivos Financieros, César Arranz, 'el disfraz acaba cayendo'. Las cuentas se pueden manipular, agrega, 'pero todo acaba saliendo y eso repercute en la carrera profesional del que incumple la normativa'. Para Arranz es decisivo mantener los principios éticos, 'que a medio y largo plazo resultan rentables'.

El papel del financiero no es alentar la euforia. Ha de funcionar como contrapeso del primer ejecutivo, ya que ha de velar para que la empresa crezca de forma ordenada. Tiene que ser una fuente de opinión realista y bien informada. Es el que siempre ha de poner 'un pero' a la parte creativa, de manera que garantice la continuidad de la empresa, que no sólo se debe a los accionistas y a los clientes, sino a todos las partes que intervienen de forma activa dentro de la compañía. 'Detrás de un financiero no hay nada. Generalmente, cuando el financiero incumple los valores y los principios éticos, salvo excepciones, es porque el director general de la compañía ya los ha incumplido', explica un directivo que prefiere que su nombre no aparezca publicado.

Con el fin de evitar escándalos como el de Enron y ahora el de la multinacional holandesa Ahold, el presidente europeo de la Asociación Internacional de Institutos de Ejecutivos de Finanzas (Iafei), Antonio Garrido-Estache, apuesta por la necesidad, cada vez más urgente, de armonizar la contabilidad de los distintos países. 'Lo que hemos visto en estos dos escándalos es que hay maneras muy diferentes de interpretar las cuentas con el fin de que los analistas valoren a esas compañías de manera diferente a la real', agrega. En su opinión, no existe fraude legal, sino diferentes interpretaciones contables.

'Es necesario aplicar normas estándares con el fin de que los financieros puedan defender los intereses de los accionistas, de los empleados y de todas las partes implicadas. No se puede vivir de cara sólo al accionista y a los clientes'.

Para Garrido-Estache, el papel del directivo financiero es mucho más importante ahora que hace unos años y debido a este protagonismo defiende la máxima transparencia y la aplicación de criterios objetivos, que demuestren la realidad financiera de las empresas. También hay quien opina que, a pesar de los escándalos, la imagen del director financiero no se resiente. Lo explica el presidente del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), José Luis López Combarros, para quien el financiero no atraviesa una situación delicada. 'Simplemente, hay personas que no cumplen con su ética profesional, pero en general se tratan de grandes profesionales que cada vez asumen funciones de mayor peso', señala. Lo que pide a este colectivo es que, aunque las tentaciones acechen, mantenga los principios éticos que 'toda persona lleva dentro'. Y no caer en la trampa de creer que el maquillaje contable permanece. Los errores se pueden ocultar tras una buena base de maquillaje, pero al final el rostro se limpia y la realidad sale a la luz. 'Y lo que es peor, el tiempo engrandece el error. Si camuflas un error contable un año, al año siguiente será el doble', señala López Combarros.

Lo cierto es que la crisis de la burbuja tecnológica, la incertidumbre de los mercados, la búsqueda de la rentabilidad a corto plazo y la retribución ligada al cumplimiento de objetivos han desencadenado en los últimos meses una serie de prácticas lamentables para algunas empresas. 'Ocurre que este tipo de escándalos siempre aparecen en época de cierta presión y las empresas no se dan cuenta de que es mejor contar la verdad de lo que ocurre', opina César Arranz. Esto mismo piensa López Combarros, quien recomienda que lo más razonable para una empresa es reconocer que no ha conseguido sus objetivos. 'Lo que es una barbaridad es manipular datos financieros, porque es negativo para la compañía y su colectivo y para la imagen de los profesionales de las finanzas'.

El presidente de la Asociación Española de Ejecutivos de Finanzas, César Arranz, en la que están inscritos 500 socios de distintas empresas, considera que antes la figura del financiero estaba ligada a temas puramente contables. Ahora sus funciones han cambiado. 'Está más relacionado con la creación de valor de la compañía. Y es en momentos de crisis como los que estamos viviendo, cuando hay empresas que falsean sus cuentas, cuando tenemos que dar imagen de seriedad y ortodoxia', explica Arranz. Escándalos como los de Worldcom, Enron o Ahold, o la acusación que extendió esta semana el órgano regulador del mercado en Estados Unidos, la SEC, sobre cuatro ex directivos de Qwest Communications por un delito de falsedad de documento al intentar ocular sus manejos contables, deben servir de ejemplo sobre las prácticas que se deben evitar. 'Nuestro trabajo tiene que ser de una pulcritud exquisita y debemos ser muy críticos con determinadas prácticas', agrega Arranz.

Remediar, no arreglar

En opinión de la directora de finanzas de American Express, Eva Fernández Góngora, la función del financiero, en estos momentos, es dual. Por un lado, 'tenemos que centrarnos en el futuro desarrollo de la compañía'. Y por otro, 'tenemos que operar con políticas claras y disciplinas'. Por tanto, explica Fernández Góngora, hay que mantener el equilibrio entre los dos cometidos. 'No podemos centrarnos en el crecimiento del negocio y olvidarnos del desarrollo de control. Hay que tener flexibilidad, estamos para crecer y tener cuota de mercado y no para ser protagonistas de las primeras páginas de los periódicos', señala. Para esta ejecutiva, lo importante es ser estrictos en cuanto a la política interna de la empresa, tener los controles necesarios y detectar los problemas para poner los medios antes de que ocurran. 'Se trata de remediar, más que de arreglar. El director financiero, en estos momentos, está en todos los comités importantes, donde se ponen de manifiesto las estrategias de la empresa. Por tanto, tenemos una labor decisiva a la hora de detectar riesgos y problemas', agrega Fernández Góngora.

Los principios éticos, según el responsable del departamento financiero de la empresa de energía solar Isofotón Antonio Aragón, deben estar íntimamente relacionados con la educación de la persona. En favor del colectivo al que pertenece, asegura que los estados financieros deben mostrar la realidad de la empresa, 'parece una ciencia exacta, pero no lo es, y se pueden tomar decisiones arriesgadas'. Y coincide con el resto de sus compañeros consultados por este periódico en que los directivos de finanzas han dejado de ser ejecutivos que pasan la jornada encerrados en un despacho para asumir funciones relacionadas con la estrategia de la empresa, con los recursos humanos o con la gerencia. 'No todo son números', concluye Aragón.

Fernando Aranguren: 'No se puede generalizar'

En la empresa actual el director financiero debe asumir sus obligaciones y responsabilidades actuando ética y profesionalmente, especialmente en sus relaciones con aquellas personas y entidades con las que debe trabajar. Es la opinión del director económico financiero de Red Eléctrica, Fernando Aranguren, al que no le gusta generalizar, 'los escándalos contables pueden contarse con los dedos de una mano'. Para Aranguren, los responsables financieros de las empresas cumplen perfectamente con sus responsabilidades y actúan dentro de unos valores morales y éticos normales. Asegura que el financiero para defender los intereses de su empresa tiene que ser fiel no al primer ejecutivo, sino a clientes, proveedores, accionistas y mercados financieros. 'Eso es posible cuando la empresa es transparente'.

Peter Akesson: 'Ha de ser el contrapeso'

El responsable de finanzas de Sanitas, Peter Akesson, señala que en el caso de la aseguradora en la que trabaja la presión es menor debido a que la compañía no cotiza en Bolsa. Pero al margen de este detalle cree todo financiero debe ser un profesional en el que la ética y la moral prime sobre otro tipo de conocimientos. 'El financiero tiene que ser contrapeso dentro de la organización, de la que debe tener todo tipo de información para poder contribuir en la toma de decisiones, tiene que estar metido en la organización', señala. Akesson cree que el financiero, al analizar el impacto, el riesgo y la viabilidad de la compañía, asume una función de consultor dentro de la organización. 'Hay que proteger a los dueños de la empresa y a los empleados, sin tener que saltarse a ninguna de las partes implicadas'.

José Manuel Torre: 'Tiene que velar por los valores básicos'

En opinión del director financiero de Philips, José Manuel Torre, los responsables de la parte económica de las empresas se han convertido en gestores de redes. 'Por sus manos pasan todos los problemas tecnológicos, de compras, financieros. Tienen que manejar la red funcional, pero también prever lo que va a ocurrir'. Y añade Torre que sobre la espalda del financiero también recae, cada vez más, la responsabilidad del buen gobierno. 'Tiene que ser el guardián y velar por los valores básicos de las empresas', explica Torre, que añade que a un financiero se le debe exigir integridad y sobre este pilar se ha de desarrollar su función. 'Tiene que ser un punto de referencia porque toda la red pasa por él y ese núcleo ha de mantenerse estable. Cualquier decisión que tome tiene que sostenerse en principios éticos'.

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