Rusia apoya a Francia pero acuerda trabajar con Washington para lograr una solución
Horas después de que Rusia se pronunciara a favor de la propuesta de Francia y Alemania de evitar la guerra, el presidente Vladimir Putin acordó con su homólogo estadounidense, George Bush, trabajar conjuntamente en la búsqueda de una solución.
'En una discusión sobre Irak, ambas partes expresaron la intención de trabajar dentro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para conseguir un plan de acción que tenga en cuenta los intereses de la comunidad internacional', dijo el Kremlin en un comunicado.
Putin y Bush mantuvieron ayer una conversación telefónica por petición de Washington. El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, señaló que EE UU y Rusia son aliados y que ambos estuvieron de acuerdo 'sobre la necesidad de desarmar a Sadam Husein' y aseguró que seguirán 'consultando a nuestros aliados'.
Las declaraciones de buena camaradería se producen en un momento en que Rusia ha rechazado la propuesta de resolución presentada en la ONU por EE UU con el apoyo de España y Reino Unido, que legitimaría el uso de fuerza contra Irak por considerar que ha agotado todas las oportunidades.
Los ministros de Exteriores de China, Tang Jiaxuan, y Rusia, Igor Ivanov, emitieron ayer un comunicado en el que reiteran la determinación de estos países 'de dedicar todos los esfuerzos a su alcance a promover una solución política negociada para la crisis de Irak, dentro del marco de Naciones Unidas'.
China y Rusia se alinearon así con la propuesta de Francia y Alemania, que aboga por evitar una guerra y prorrogar las inspecciones de la ONU.
Sin embargo, fuentes de la Casa Blanca aseguraron que Washington no cree que China y Rusia, dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad, estén dispuestos a utilizar el derecho de veto.
Desde el lunes los miembros del Consejo que ya se han decantado luchan por ganar aliados. No se espera que se produzca una votación antes de dos semanas y Washington no ha conseguido aún el apoyo necesario para sacar adelante su resolución.
La presión se ejerce, sobre todo, en los seis miembros que aún están indecisos: Pakistán, Angola, Camerún, Guinea, México y Chile. Estos dos últimos países se mostraban ayer más próximos a EE UU.