Un terremoto provoca 257 muertos y más de 1.000 heridos en China
El noroeste de China fue sacudido ayer por un fuerte movimiento sísmico, de 6,8 grados de magnitud en la escala de Richter, que arrojó un saldo provisional de 257 muertos y más de 1.000 heridos.
El terremoto afectó a la región autónoma de Xinjiang y, según las autoridades locales, el número de muertos podría aumentar en las próximas horas, ya que cientos de personas han quedado sepultadas bajo los escombros de numerosos edificios en la localidad de Bachu, epicentro del seísmo.
'Al menos mil casas han resultado destruidas', aseguró Zhang Yong, director de la sección de prevención de desastres del Departamento Sismológico de Xinjiang, región donde reside gran parte de la etnia uigur, de credo musulmán y lengua turcomana. El movimiento telúrico se produjo a las 2.03 GMT en un área montañosa cercana a la frontera entre China y Kirguistán, situada a unos 3.000 kilómetros de Pekín.
'Durante toda esta jornada se han registrado numerosas réplicas del terremoto, una de ellas de cinco grados de magnitud, por lo que la población no podrá regresar a sus casas esta noche', puntualizó Zhang Yong. El pánico cundió entre los habitantes del lugar, quienes desafiaron temperaturas de varios grados bajo cero y permanecieron a la intemperie hasta la llegada de los equipos de socorro con tiendas de campaña.
El terremoto se pudo sentir con especial virulencia en los municipios de Bachu, donde se han registrado la mayoría de víctimas mortales, y también en Jiashi, Artux, Kashi, Markit y la ciudad de Kashgar. El seísmo sorprendió desayunando a los residentes en los pueblos situados en la periférica de Bachu, donde la estructura de las viviendas es poco firme.
Por otra parte, 23 mineros murieron ayer y otros 28 están desaparecidos tras una explosión de gas en una mina de carbón en una provincia del suroeste de China, informó la agencia Xinhua.