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Acuerdo

Sharon logra el apoyo de la ultraderecha laica para formar Gobierno

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, alcanzó ayer un acuerdo para formar una nueva coalición de gobierno de ultraderecha, en la que los ultraortodoxos quedarían fuera del Ejecutivo por primera vez desde hace 25 años.

El partido derechista de Sharon, el Likud, logró un acuerdo con el partido derechista laico, Shinui, lo que le garantiza una ajustada mayoría en el parlamento que permitirá a Sharon crear un nuevo gobierno tras su rotunda reelección en los comicios del 28 de enero. El Likud ya había alcanzado un acuerdo con el Partido Nacional Religioso (PNR), defensor de los asentamientos judíos en los territorios ocupados y opuesto a un estado palestino. En total, el acuerdo asegura al primer ministro 61 escaños de los 120 del parlamento (40 del Likud, 15 del Shinui y 6 del PNR).

De hecho, el líder de los laboristas, Amram Mitzna, echó por tierra la pretensión de Sharon de forjar un Gobierno de unidad nacional y puso fin a las conversaciones sobre la alianza una vez que se firmó el acuerdo entre el PNR y el Likud. Mitzna auguró que el líder israelí no avanzará en el proceso de paz con los palestinos, por lo que 'la posición del PNR le encaja mejor', para sus planes.

Los ultraortodoxos del partido Shas se mostraron furiosos con la decisión de Sharon de pactar con los anticlericales del Shinui. Sharon 'seguirá engordando y será el primer ministro de los cubos de la basura', declaró el mentor ideológico de Shas, el ex gran rabino de Israel, Ovadia Yosef, en relación al acuerdo entre el Likud y Shinui.

Fecha 1 de marzo

Un portavoz de Sharon informó que el primer ministro tiene hasta el próximo sábado, 1 de marzo, como límite para formar gobierno, por lo que seguirá adelante con las conversaciones para atraer a partidos más pequeños.

Los analistas consideran que el plan de coalición de Sharon podría perjudicar los esfuerzos internacionales orientados a poner fin a casi dos años y medio de violencia, dada la intensa campaña antipalestina que han llevado a cabo todos los integrantes de la futura coalición de Gobierno.

Asimismo, los expertos apuntaban ayer que sin acuerdo de paz no hay posibilidades de recuperación económica para Israel y ponían en duda que la nueva coalición gobernante vaya a ser lo suficientemente fuerte como para impulsar las conversaciones de paz y acometer las reformas necesarias para reanimar la economía. Para los mercados financieros, el gobierno de unidad nacional era la mejor apuesta.

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