Bouygues pide el fin del pacto de accionistas en Aguas de Valencia
La crisis societaria en Aguas de Valencia, reabierta tras los despidos del consejero delegado y del director general, Aurelio Hernández y Francisco Pontes, ha dado un paso más. El máximo accionista de la compañía, Saur Internacional, filial española del grupo francés Bouygues, pedirá en el próximo consejo la ruptura del pacto de accionistas que impide actualmente a los socios superar el 33% del capital y que obliga a que cualquier venta de participación en la compañía se haga a los socios de la misma.
Según un comunicado emitido por Saur en la tarde de ayer, la petición de romper el acuerdo tiene como objetivo 'poder obrar con mayor libertad en defensa de los intereses de Aguas de Valencia y de la propia Saur'. La firma francesa no quiso desvelar aún cuáles son sus intenciones al solicitar este cambio.
Este acuerdo sirvió para cerrar en 2000 la crisis originada en Aguas de Valencia (AVSA) cuando Eduardo Zaplana, por entonces presidente de la Generalitat, forzó la valencianización del accionariado. Desde entonces, y tras la salida del SCH el año pasado, el capital de AVSA se lo reparten Saur, con el 33%; el Banco de Valencia (grupo Bancaja), con el 19,11%; Facsa, con el 13,17%; grupo Boluda, con el 11,44%, y Lubasa, con el 9,8%.
Divorcio accionarial
La paz en AVSA saltó por los aires cuando el consejo perdió la confianza en Aurelio Hernández, al que se acusa de haber hinchado las cuentas de la sociedad. Estas acusaciones dieron paso a una vertiente política, al desvelarse documentos que implicaban a Zaplana en un supuesto intento de que Bouygues, a través de AVSA, comprase varios medios de comunicación para formar un grupo mediático afín a los intereses del ahora ministro de Trabajo.
Saur negó ayer que los contactos con Zaplana tuvieran esta intención y que en la petición de responsabilidades quiera implicar al ministro. El PSOE insistió en la participación de Zaplana en la operación, lo que negó el PP, que se opuso a una comisión de investigación.