El Ejecutivo en pleno de Bolivia presenta la dimisión ante la huelga que sacude el país
Los 18 miembros del gabinete de ministros de Bolivia presentaron ayer su dimisión al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, quien ahora intentará recomponer su Gobierno para superar la grave crisis política que vive el país.
'Los 18 ministros han decidido renunciar', dijo el hasta ayer ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Saavedra, quien actuó como portavoz del Gobierno ante los periodistas.
La crisis ministerial es el primer efecto político de envergadura del levantamiento popular de la semana pasada, que dejó 33 muertos. Los enfrentamientos entre manifestantes civiles y policías con el Ejército que defendía el Palacio Quemado, sede del Ejecutivo, se precipitaron después de que el Gobierno anunciara un paquete de medidas económicas que imponían una reducción de los salarios a través de un nuevo impuesto. Las decisiones oficiales estaban contenidas en el proyecto de Presupuesto 2003, que fue retirado por el Gobierno después de los graves disturbios que tuvieron lugar entre el miércoles y el viernes pasados.
'Nuestro presupuesto no va a ser un presupuesto del Fondo Monetario Internacional (FMI)', dijo Sánchez de Lozada el domingo, al anunciar que su gobierno daría la espalda al organismo financiero que le había dictado la necesidad de aplicar medidas fiscales que suponían un impuesto del 12,5% a los salarios.
El plan del Fondo buscaba, con esa y otras medidas, financiar la reducción del déficit fiscal, que fue del 8,5% del producto interno bruto en 2002. Después de las protestas masivas, en las que fueron heridas 189 personas y hubo daños económicos por valor de 15 millones de dólares, el presidente intenta ahora reformar completamente su gabinete para hacer frente a las medidas de dimisión que han surgido de partidos opositores, sindicatos y organizaciones campesinas.
Ayer se cumplió la segunda jornada de la huelga general por 48 horas decretada por sindicatos y opositores, para exigir la renuncia de Sánchez de Lozada.