'Abriremos una fábrica en España para el sur de Europa'
Oki instalará en España una fábrica de impresoras en 2003. La tercera en Europa. Javier Toledo cree que la indepencia respecto a los fabricantes de PC es la principal ventaja de su empresa y se propone acercar la tecnología láser a color a la pyme
En España, desde 1993, el primer gran paso del fabricante de impresoras Oki fue la adquisición del 100% de Olympia Máquinas de Oficina, que a su vez era propietaria de Olympia Cataluña. La compra tuvo lugar en diciembre de 1998, cuando la compañía plasmaba sus primeros planes de crecimiento en el mercado español. Ahora, el consejero delegado de Oki Systems Ibérica, Javier Toledo, adelanta a Cinco Días una nueva decisión de notable repercusión para la empresa: 'En 2003 abriremos una planta de configuración en España para dar servicio al sur de Europa'. Ya se busca la ubicación idónea entre Madrid, Aragón, Valencia y Cataluña.
Pregunta. ¿La instalación de un centro de producción de impresoras en España afianza la apuesta de Oki por este país?
Respuesta. La compañía acaba de decidir que necesita una planta para el sur de Europa y que la abrirá en España. En esa nueva cadena de montaje terminaremos el producto que se distribuye principalmente en Italia, Francia y en nuestro país. Por otra parte, Oki está invirtiendo mucho en formar su canal de venta y servicio posventa, en acrecentar su red y acercarla al cliente. En ese sentido fue la adquisición de la catalana Olympia. Varios años después observamos el resultado que esperábamos.
P. ¿Puede matizar a cuánto ascenderá la inversión y los puestos de trabajo que creará la fábrica española?
R. Aún es pronto para hablar de ello. Con esta instalación nos aseguramos una mayor flexibilidad y un acercamiento a los clientes del sur de Europa. Por eso es clave. Entre España, Francia e Italia la demanda de impresoras es de unas 200.000 unidades al año y ésta sería su capacidad de producción. En cuanto al emplazamiento lógico, buscamos en Madrid, Aragón, Cataluña y Valencia.
P. Oki remarca su segunda posición en el segmento de la impresión láser a color; HP también entra en ese negocio y Dell empieza a vender tras su acuerdo con Lexmark. ¿Le preocupa la competencia de los gigantes informáticos?
R. Oki cerrará un ejercicio magnífico en marzo, con una facturación de 83,3 millones de euros y una previsión de 94 millones para 2004. El éxito se debe a que nos hemos lanzado a la impresión láser a color. æpermil;ste es el segmento que más crece y nuestros productos tienen éxito a pesar de la situación actual de todo el sector de las tecnologías de la información. De la competencia puedo afirmar que HP mantiene una idea muy parecida a la nuestra. De hecho, sus inversiones en los últimos cinco meses han ido dirigidas a incrementar la presencia en el nicho del láser a color. En cuanto a Dell, nos afecta menos porque enfoca sus ventas especialmente al mercado residencial.
P. ¿Tienen ventaja por presentar una oferta integral?
R. El verdadero valor es dar una solución de impresión independientemente de cuál sea el PC utilizado y ésa es una ventaja clarísima de Oki. Tener una alianza con un fabricante nos limitaría a nosotros y al propio usuario.
P. Pero Oki también vende ordenadores personales...
R. Nosotros estamos montando PC para quien busca una solución completa, pero no somos fabricantes y no creo que potenciemos esa área. Sólo nos comprometemos con quien nos lo pide. En 2002 hemos vendido unos 18.000 PC y no tenemos previsiones para este año.
P. ¿Cuál es la clave del crecimiento de su empresa en los últimos meses?
R. Si tomamos el último trimestre de 2002 vemos que en España se han vendido 251.000 impresoras. De esa cifra, sólo unas 41.900 constituyen el mercado láser. Pero en valor supone el 56,9% de lo que mueve el negocio. Dentro de esas 41.900 unidades, el color goza de una cuota del 23,7%, que es el único nicho que ha subido hasta un 45%. Oki está perfectamente posicionada en la tecnología láser a color y todos estos datos explican el crecimiento de la compañía.
P. ¿Será la tendencia a medio plazo?
R. ¡Y a muchos años vista! Lo que se producirá a medio plazo es un cambio tecnológico muy importante y esperemos que nuestra tecnología LED (diodos de emisión de luz para la impresión electrofotográfica) juegue un papel destacado. Oki ya garantiza que la diferencia de precio entre imprimir en blanco y negro o hacerlo en color es inexistente, lo que incentiva a la empresa a cambiar de impresoras. Por último, a la calidad y al precio se añade la comodidad, porque el color ya no es sinónimo de aparatos de gran tamaño.
P. ¿Es la del precio la principal batalla que libran los distintos fabricantes?
R. En España, en contra de lo que sucede en buena parte de Europa, se valora excesivamente, incluso antes de conocer el servicio. Por esta razón nos hemos visto arrastrados a una competencia extrema. Sin embargo, en entornos corporativos las cosas comienzan a cambiar y las empresas priman el producto y sus prestaciones sobre lo que cuesta.
P. Oki es una de las que lideran esa guerra lanzando impresoras láser a color desde 1.000 euros. ¿Se ve obligada a entrar en ese juego o éste es el valor de la tecnología?
R. Obviamente, uno de los puntales para competir es el precio, pero son los avances tecnológicos los que permiten equiparar los valores de la impresora monocromo y color.
P. Usted manifiesta que la piratería de consumibles está entre sus mayores preocupaciones...
R. Sí. Supone una gran pérdida de rentabilidad para las compañías y afecta al usuario, que no sabe que está comprando un consumible falsificado. El cliente también desconoce que los resultados de su compra no son los esperados y que el consumible pirata dañará sus equipos.
P. ¿Cuánto genera ese mercado negro?
R. Es muy difícil determinarlo. Los cálculos realizados sobre lo que debería venderse y lo que realmente adquiere el público señalan que, aproximadamente, el 25% del material consumible que circula por España es falso.
P. ¿En qué medida cada máquina, sus consumibles y el servicio técnico crean usuarios esclavos?
R. El cliente depende de un servicio. Cuando yo vendo una impresora a una compañía pongo al alcance de su mano una solución óptima en determinadas condiciones. Para imprimir con calidad recomendamos un producto y que la máquina esté en perfectas condiciones. Pero todo esto no quiere decir que no existan otras opciones. El consumible compatible está en las tiendas y muchos profesionales saben reparar impresoras. Otra cosa es que la gente prefiera llevar sus máquinas donde recibe más garantías.