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Televisión digital

La batalla por 20 millones de televisores

La televisión digital está estancada tres años después de su lanzamiento. Pese a ello, los fabricantes libran una guerra de descodificadores

Casi tres años después de su lanzamiento, la televisión digital en España se encuentra estancada en una especie de círculo vicioso que no le permite despegar comercialmente y menos captar clientes. La paradoja es la siguiente, las señales de televisión terrestre deberán ser emitidas con tecnología digital en vez de analógica en 2010, con lo que los 20 millones de televisores que hay actualmente en los hogares españoles no serán capaces de captar la señal.

Los televidentes sólo tendrán dos opciones, o comprar un televisor digital (que actualmente apenas existe en las tiendas y supera 3.000 euros) o adquirir un descodificador que permita recibir la señal.

La paradoja es que ha pasado ya un año desde que los fabricantes adoptaron un estándar para fijar las especificaciones técnicas que deberían llevar los descodificadores de televisión digital terrestre y sólo ahora se empiezan a ver tímidamente en el mercado algunas cajas. Pero lo que sí es seguro es que en unos meses habrá una explosión comercial y se abrirá la guerra de los descodificadores, con el consiguiente efecto negativo sobre el consumidor, que no sabe bien si lo que le están vendiendo sirve o no.

Tras una larga polémica para aprobar el estándar MHP hace un año, ningún fabricante ha homologado aún los descodificadores

Porque algo está claro, la confusión reina en el entorno de la televisión digital. Definida por la industria como un salto cualitativo espectacular (mejora de la imagen y del sonido y la posibilidad de emitir muchos más programas), lo cierto es que los consumidores no serán capaces de apreciar a primera vista esas mejoras. Es decir, el paso del analógico al digital no es comparable, a ojos del televidente, a otros cambios técnicos como la transición del blanco y negro al color en los años setenta o la introducción del VHF.

Pero para la industria es vital. Primero, como vía de salir de una crisis que afecta a las divisiones de consumo de la mayoría de estos fabricantes. La semana pasada, Philips presentaba unos nefastos resultados en 2002, registrando unas pérdidas récord de 3.206 millones de euros (un 23% más que el año anterior). Otras empresas, como Panasonic, Thomson y Sony no arrojan cifras mucho mejores en el área de consumo. Por tanto, como pasó en su momento con la revolución del DVD, los fabricantes creen haber encontrado en los descodificadores de televisión digital terrestre otro filón que les permita vender miles de cajas y, de paso, renovar el parque de televisores.

Los primeros aparatos empiezan a estar ya disponibles en algunas tiendas especializadas en electrónica, pero nadie parece dispuesto a comprarlos. El verdadero gancho de la televisión digital, la interactividad, sigue siendo una quimera y lo seguirá siendo hasta que las cadenas de televisión no inviertan en programas o contenidos atractivos que atraigan a la audiencia y tiren del mercado.

Por tanto, los fabricantes no se molestan en hacer cajas con todas las posibilidades que permite la nueva tecnología. En el mercado, por ahora, sólo existe el llamado zapper básico, que permite descifrar la señal y poco más. Nokia, que esta semana presentaba en Madrid su oferta, ofrece esta caja básica por unos 200 euros.

También Philips, Sony, Thomson y Panasonic se preparan para llenar el mercado de descodificadores en las próximas semanas a un precio similar. Ninguna de estas empresas apuestan por ahora por la televisión con el descodificador integrado, por el enorme coste que supone fabricarlas y porque el mercado no respondería a este aparato.

Lo que tampoco parece probable es que los 13 millones de hogares españoles vayan a comprar a corto plazo descodificadores más sofisticados, a pesar de que los expertos auguran una explosión de aparatos. 'Habrá una oferta muy amplia, y los fabricantes tenemos la obligación de informar al consumidor para que sepa elegir lo que le conviene', advierte Alberto Yonte, responsable de Nokia Home Communications en España.

Surgen los fraudes

Tras una larga batalla el año pasado para aprobar el estándar Multimedia Home Platform (MHP), el software que permite gestionar los contenidos interactivos dentro de los descodificadores, ninguno de los fabricantes tiene aún homologados los aparatos, pese a que utilicen esas siglas como reclamo comercial. Conseguir un certificado de MHP supone superar más de 10.000 pruebas técnicas, y ninguna empresa está por la labor de retrasar aún más la puesta en el mercado de los aparatos.

Fuentes de la industria aseguran, incluso, que es probable que surjan muchos fraudes, ante unos consumidores mal informados y que sólo quieren ahorrarse dinero en unos aparatos que por ahora ven innecesarios. De hecho, ya hay compañías, creadas expresamente para eso, que están ofreciendo el zapper básico por menos de 80 euros, lo que entre los grandes fabricantes es considerado poco menos que un timo.

Falta también explicar a los usuarios que no es suficiente sólo con comprarse el descodificador e instalarlo en casa. Pueden darse algunos problemas técnicos que solamente se pueden solucionar ajustando la antena del edificio, lo que requiere la intervención de un especialista.

Tras el fracaso de Quiero TV, la televisión digital ha quedado estigmatizada como algo que no acaba de funcionar. La nula rentabilidad de los dos nuevos canales, Net TV y Veo TV, hace que las demás televisiones se retraigan y no apuesten por la nueva tecnología, con el consiguiente parón en nuevos contenidos. La inminente batalla de los descodificadores puede hacer que los consumidores se retraigan aún más y que la televisión digital no sea una realidad hasta la próxima década.

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