Fruto de la tierra
Desde la histórica finca Torremilanos, que ahora celebra sus 100 años de vida, la familia Peñalba López dirige una de las bodegas más relevantes de Ribera del Duero
E
n el corazón de Ribera del Duero, cercana a la ciudad de Aranda, se erige la histórica finca de Torremilanos. Su tradición vitivinícola se remonta a 1903, pero fue en 1975 cuando Pablo Peñalba, natural de este municipio burgalés, y su mujer, Pilar Albéniz, adquirieron estas tierras. La historia de su viñedo se remonta al siglo XI, dentro del proceso de Reconquista. Testigos de ello se alzan los restos a pie de finca de una torre en ruinas de esa época, a la cual debe la denominación de Torremilanos.
Pablo Peñalba sabía que para elaborar grandes vinos no bastaba con elegir una tierra privilegiada, como la de Ribera del Duero, sino que eran necesarios unos delicados métodos de cultivo y una gran devoción. Para él era importante entablar una relación estrecha con su viña, por lo que concibió viñedo y bodega en un mismo lugar, y no separados como hasta el momento imperaba en la tradición castellana. Así, la finca Torremilanos se convierte en un auténtico château al estilo de Burdeos.
Una vez encauzada y definida la línea de sus vinos, la familia Peñalba López decidió aumentar la plantación de uva tinto fino hasta alcanzar las 200 hectáreas que jalonan los montes aledaños a sus propiedades. Esta variedad, sin duda la mejor de la comarca, es una adaptación de la tempranilla riojana, perfectamente aclimatada a las tierras castellanas e ideal para largas crianzas en roble.
En la finca Torremilanos se encuentran además 12 hectáreas de las variedades foráneas cabernet sauvignon y merlot, y una pequeña proporción de cepas de las variedades blancas albillo, chardonnay, sauvignon blanc y macabeo. Los viñedos se sitúan a una altitud entre los 700 y 800 metros, con un clima continental de fríos y calores extremos, que ralentizan la maduración de las uvas y potencian su calidad, y una escasa pluviometría.
Sobre la base de la tinto fino cosechada a mano todos los años y seleccionada de manera previa a su entrada en el lagar, se ha ido formando una bodega donde se mezcla la tradición de los antepasados con los medios y métodos más modernos. Para la elaboración, la familia ha optado por las mejores instalaciones y la más alta tecnología, con depósitos de acero inoxidable y fermentación a temperatura controlada. En la crianza, los vinos reposan en sus cavas subterráneas donde se alojan 6.000 barricas de roble fabricadas por sus propios toneleros. Por otro lado, un equipo de profesionales, encabezado por el enólogo Vicente González Pacheco, vigila minuciosamente el proceso de vinificación.
Actualmente, son dos las principales marcas que representan a la bodega Peñalba López en el mercado: Torremilanos y Torre Albéniz Reserva. Estos vinos permanecen años en las cavas subterráneas de la bodega desarrollando el bouquet y redondeando su cuerpo y expresión antes de salir al mercado. Galardonados con diversos premios y menciones especiales, conformando una línea de éxito con una importante acogida en el mercado internacional.
Además, la bodega elabora el vino joven Monte Castrillo, presentado en dos versiones: tinto y rosado. Monte Castrillo se embotella después de una ligera estancia en barrica de roble con el fin de suavizar los taninos de su juventud, pero siempre conservando sus aromas frutales. Y ya fuera de DO Ribera del Duero, comercializa el vino blanco seco Peñalba López. Es interesante mencionar que esta firma dispone de una dispensa especial que le permite elaborar el cava Peñalba López Brut Nature.
Torre Albéniz Tinto. Reserva 1998
Torre Albéniz Reserva 1998 se ha elaborado con el ensamblaje de las variedades tempranillo, cabernet sauvignon y merlot y ha recibido una crianza de 25 meses en barricas de roble Allier. Descubrimos así un vino color rojo picota oscuro con ribete granate vivo. Buena intensidad aromática, con notas de cuero, especias y tonos lácticos sobre un elegante fondo de fruta negra confitada y un grato recuerdo torrefactado. En boca es seco, sabroso y fresco, con paso de boca amplio y elegante, con ricos taninos y un posgusto de buena persistencia donde salen las notas frutales y torrefactadas apreciadas en la fase olfativa. Acompañará perfectamente guisos de carne como el rabo de toro con patatas.Bodega: Peñalba López. Crianza: 25 meses en barricas de roble. Variedades: tempranillo, cabernet sauvignon y merlot. Cosecha: 1998 -muy buena-. Temperatura: 18º C. Precio en bodega: 14 euros.
Torremilanos Tinto. Gran Reserva 1995
Torremilanos Gran Reserva 1995 es un monovarietal de tempranillo elaborado a partir de una añada calificada como excelente por el Consejo Regulador de Ribera del Duero. En cata el vino presenta un color rojo cereza con ligeros tonos anaranjados en su ribete. Capa media-alta. Gratos y complejos aromas de reducción en primer plano, con tonos balsámicos y especiados, fondos de café y cacao bien ligados en un conjunto de buena persistencia. Encuentro seco y fresco con buena estructura, amplitud de sabores y un tanino sabroso con una placentera persistencia final. Acompañará perfectamente platos de aves como el gallo al vino tinto. Bodega: Peñalba López. Crianza: 29 meses en barricas de roble Allier y americano. Variedades: tempranillo. Cosecha: 1995 -excelente-. Temperatura de servicio: 18º C. Precio aproximado en bodega: 20 euros.