El defensor del contribuyente recibió 8.000 quejas el año pasado
El Consejo para la Defensa del Contribuyente recibió el año pasado cerca de 8.000 quejas, cifra que supone un crecimiento del 6,7% en relación con las 7.500 registradas en el ejercicio 2001, según declaraciones de su presidente, José Juan Ferreiro, a la agencia Efe.
Ferreiro, quien también ha presidido la segunda comisión creada para estudiar la reforma de la Ley General Tributaria, explica que las 7.500 quejas correspondientes a 2001 son el resultado de descontar, del total de las recibidas, 2.500 que fueron presentadas por trabajadores de una misma empresa, por lo que deben considerarse una excepción y no ser tenidas en cuenta a efectos de cómputo.
En la actualidad, la última memoria del defensor del contribuyente que se ha hecho pública es la correspondiente al año 2000, sacada a la luz en los últimos meses del año pasado. En ese momento estaba al frente de la institución Javier Lasarte, quien, al pasar los cuatro años de su mandato, fue sustituido por Ferreiro en abril de 2001. Desde entonces, las memorias de esta oficina no han trascendido a la opinión pública, aunque sí hay constancia de su elaboración. La Oficina del Defensor del Contribuyente comenzó sus actuaciones en 1997, año en el que recibió alrededor de 3.800 quejas. En 1998 el número aumentó un 37%, hasta 5.200. Y en 1999 se produjo una disminución del 25%, ya que se contabilizaron unas 4.000.
Tendencia al alza
Sin embargo, el año siguiente, el defensor del contribuyente recibió cerca de 6.000 quejas, un 50% más que en 1999. En 2001 fueron 7.500 (tras descontar las citadas 2.500) y en 2002 se alcanzaron las 8.000 quejas. Según Ferreiro, se está registrando una tendencia al alza en el número de quejas porque, a pesar de que Hacienda está mejorando y agilizando año tras año sus servicios y prestaciones, el ciudadano parece cada vez más consciente del papel del defensor del contribuyente y de la posibilidad de acudir a él para mejorar su relación con la Administración y resolver sus problemas tributarios.
Según Ferreiro, las cuestiones sobre las que se quejan los contribuyentes son cada vez más complejas, mientras que inicialmente versaban sobre aspectos más simples, como el funcionamiento más o menos eficaz de las ventanillas de la Agencia Tributaria y o el número de impresos existentes en las mismas. Hoy en día las quejas también se refieren a asuntos como la falta de agilidad de la Administración en las devoluciones de las declaraciones de la renta o de los tribunales en la resolución de litigios.
En su opinión, las fechas también inciden en cierta manera en el número de quejas presentadas al defensor del contribuyente, ya que habitualmente aumentan cuando hay campaña de renta. Ferreiro recordó las facilidades con las que cuenta el ciudadano para trasladar sus quejas, ya que puede hacerlo con tan sólo rellenar los impresos que hay en las oficinas de la Agencia Tributaria. El procedimiento resulta 'muy sencillo' y, añadió, ése es probablemente el motivo de su éxito y de que aproximadamente en el 70% de los casos la Administración dé la razón al contribuyente.