Lula niega que el recorte presupuestario afecte a la política social
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, negó ayer que el recorte presupuestario que aplicará su Ejecutivo para cumplir la nueva meta de superávit fiscal primario vaya a repercutir en la política social del país.
El ministro brasileño de Hacienda, Antonio Palocci, anunció el lunes la implementación de un severo programa de ajuste fiscal para aumentar la meta del 3,75% al 4,25% del PIB, medio punto porcentual por encima del acuerdo que alcanzaron el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Administración anterior, dirigida por Fernando Henrique Cardoso.
El nuevo objetivo implicará un recorte de gastos igual a 2.976 millones de euros. El Gobierno de Lula atribuye el ajuste a los errores en la proyección de gastos realizada por el Ejecutivo de Cardoso.
Como muestra de la firmeza de sus programas sociales, el Gobierno ratificó ayer su intención de expropiar 203.000 hectáreas de tierras improductivas en 17 Estados, para destinarlas a la construcción de viviendas para 5.500 familias campesinas.
El anuncio fue recibido con escepticismo por el Movimiento de Trabajadores sin Tierra (MST). El portavoz del MST, Joao Paulo Rodrigues, recordó que, aunque la medida es un 'excelente indicativo', en Brasil 'existen 80.000 familias sin tierra, acampadas en carpas de lona'. A finales del año pasado, el MST llegó a un acuerdo con Lula para no hacer movilizaciones en los dos primeros meses de gestión.