Las ventas de jerez caen un 2,6% y ratifican el desplome del mercado
El presidente del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Vinos de Jerez y Manzanilla de Sanlúcar, Luis García, reconoce cada año que las cifras de ventas de los vinos del marco de Jerez (zona de producción delimitada por los municipios de Jerez, Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María) no son buenas.
Este año no ha sido una excepción y el consejo regulador ha tenido que ofrecer unas cifras que reflejan un descenso del 2,6% en las ventas. Concretamente, el año pasado se vendieron 91,8 millones de botellas (de 75 centilitros cada una), frente a las 94,3 millones de botellas vendidas en 2001. Estas cifras se suman a unos datos muy negativos de campañas precedentes, que arrojan una pérdida del 22% del mercado tan sólo en los últimos seis años.
Pese a ello, las cifras siguen siendo buenas en los mercados tradicionales del jerez, Reino Unido y España. El país británico, primer mercado de jerez del mundo por delante de España, ha comprado 28,4 millones de botellas, un 4% más que los 27,4 millones vendidos en 2001.
España se mantiene a duras penas con cantidades similares a las del año anterior, con 18,2 millones de botellas, 200.000 unidades menos que las compradas en 2001.
Pero son el resto de los mercados europeos los responsables de la fuerte caída de las ventas del año pasado. El mercado holandés ha dejado de importar en sólo un año un millón de botellas, para quedarse con 24,1 millones. Alemania también ha registrado una caída porcentual del 14%, la más fuerte, pasando de 11,5 a 10 millones de botellas.
Aunque en el consejo regulador explican que es la crisis económica que viven algunos países europeos la causante del descenso de las ventas, en el sector estiman que los vinos de jerez no han sabido llegar al público joven, mientras que sus clientes tradicionales simplemente 'se mueren de viejos'.
Diversificación
Las bodegas que operan en la zona de Jerez llevan algunos años inmersas en un proceso de diversificación para tratar de mantener un mercado que pierden año tras año. El grupo Osborne es el máximo exponente de esta política. La compañía del brandy 103 ya percibe casi un 50% de su facturación de productos agroalimentarios ajenos a las bebidas alcohólicas, como el jamón de Jabugo, los patés, el Agua Solán de Cabras o la bebida energética Red Bull, entre otros productos. Allied Domecq, multinacional británica propietaria de los activos del grupo Domecq, ha potenciado en España sus bebidas de alta gradación para el mercado de la noche, como los whiskies Ballantines o Dyc y la ginebra Beefeater. La multinacional desvela así que su verdadero objetivo con la compra de Domecq ha sido hacerse con su canal de distribución en España.
Otros lo intentan mediante el afianzamiento del mercado británico, que aún rinde muy bien para el jerez. González Byass, propietaria de Tío Pepe, compró a finales de 2001 las bodegas Croft, especializadas en la exportación de vinos cream al Reino Unido.
Estas y otras bodegas de la zona tienen ya cada una más de una bodega de producción de vinos tintos en denominaciones de origen del norte de España como Rioja o Ribera del Duero. También hay incursiones en el aceite de oliva e, incluso, en el turismo.