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Internacional

El mercado petrolero afronta esta crisis en peores condiciones que en 1991

El mundo afronta la perspectiva de una guerra en Irak con un panorama petrolero mucho más grave que el de la Guerra del Golfo (1991). El secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Álvaro Silva, señaló en una entrevista con este diario que 'situarse en la hipótesis de que coincidan en el tiempo las crisis de Irak y Venezuela es un ejercicio mental inaceptable. Es imposible saber las consecuencias'. Algunos analistas han calculado lo que supondría ver fuera del mercado entre cuatro a cinco millones de barriles diarios y sus conclusiones no son nada optimistas.

'La situación es crítica. El mercado está en una coyuntura mucho peor que en 1991', afirma Larry Goldstein, de la consultora Pira Energy. 'No hay margen de maniobra, porque la capacidad de excedente de producción ya está siendo empleada en suplir la pérdida de petróleo venezolano', explica. Goldstein recomienda a EE UU y a la Agencia Internacional de la Energía (AIE) que liberen parte de las reservas estratégicas.

La huelga contra el presidente Hugo Chávez paralizó durante semanas las exportaciones venezolanas, el 3,5% de la oferta mundial y, desde su inicio el barril de brent ha subido un 23%, pasando de 25,4 a 31,2 dólares.

Preocupa, además, el nivel de reservas mundiales. La AIE calcula que la huelga destruyó en diciembre 80 millones de barriles de inventario. El Instituto Americano del Petróleo cifra las reservas de EE UU en 272,6 millones de barriles, cerca del límite mínimo operacional.

Cuando el presidente George Bush padre lanzó la operación Tormenta del Desierto en enero de 1991, los inventarios de América del Norte podían cubrir 90 días de demanda y los de Europa, 82 días. A octubre de 2002, la AIE calculaba que la cobertura de Norteamérica era de 75 días y en Europa de 81 días. Con los acontecimientos posteriores, los niveles no han hecho más que empeorar.

Aviso de Libia

Desde el pasado sábado, la oferta de la OPEP ha aumentado oficialmente en 1,5 millones de barriles diarios, hasta 24,5 millones, el 32% del total mundial. Pero Libia avisó ayer que el cartel puede recortar su oferta en el segundo trimestre 'si la demanda permanece estable y los precios caen con fuerza'.

Según Manouchehr Takin, del Centro para Estudios Globales de la Energía, el aumento de oferta acordado 'no supone nada nuevo' y 'ha sido anticipado por el mercado'. Mamdouh Salameh, asesor del Banco Mundial, cree que 'es ineficaz porque, mientras haya amenaza de guerra, habrá una prima de guerra sobre el precio'.

'El incremento será de 10 a 15 dólares por barril, es decir, del 30% al 50%', anticipa Goldman Sachs. 'Si es una guerra corta, no habrá grandes problemas. Si se complica, entonces podría superar fácilmente los 45 dólares', estima Takin.

Uno de los cambios respecto a 1991 es el de la demanda. El consumo de petróleo ha crecido un 16,7%, hasta 77,9 millones de barriles. Pero la demanda de la OCDE ha crecido un 15%, mientras que la de Asia ha crecido un 72% y el consumo chino, un 126%.

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