Revista de Prensa
Lentitud de la industria ante la piratería musical
Sus hijos probablemente la practican. Robbie Williams, cuyo último álbum encabeza las listas de éxitos en Europa, dice que es 'fantástica'. La industria advierte que destruirá decenas de miles de puestos de trabajo. Se culpa a la copia ilegal de música grabada del segundo año consecutivo de caída de ventas del sector y de sus débiles beneficios.
Una generación ha crecido pensando que la música es gratis y las discográficas aún no la han convencido de que no es así (...). La piratería en las fábricas de copias puede combatirse con una agresiva política legal de clausura de líneas de producción y confiscación de las grabaciones ilegales (...).
Más preocupante para la industria resultan, sin embargo, los sistemas que permiten compartir archivos a través de Internet como la difunta biblioteca musical Napster o sus sucesores (...).
La industria ha reaccionado con lentitud. Primero trató de cerrar las páginas de Internet, pero surgieron nuevas y los sellos de discos continuaron vendiendo los CD a unos precios que obviaban la existencia de alternativas más baratas. A continuación, la industria buscó métodos para interrumpir la descarga en el ordenador (...). Pero los usuarios rápidamente encontraron formas para esquivar las barreras (...).
La mejor forma de combatir la piratería es ofrecer en condiciones atractivas la descarga de Internet de copias legales (...). En la era digital, la supervivencia de discos que ofrecen las misma docena de canciones a todo el mundo es anacrónica. El futuro de la industria estriba en ofrecer a la gente la música que quiere escuchar a precios razonables. Si eso significa una facturación menor por la venta de discos, habrá que buscar otra fuente de ingresos.