Brasil eleva el objetivo de inflación al 8,5% este año para evitar la recesión
El presidente del Banco Central de Brasil, Henrique Meirelles, envió ayer una carta al Ministerio de Hacienda para comunicarle que la entidad monetaria trabajará este año con una meta de inflación del 8,5%, en lugar del 6,5% decidida anteriormente. De esta manera, se hace oficial la revisión acordada con el Fondo en diciembre, decidida de común acuerdo entre el país y el organismo a la vista de la depreciación sufrida por el real el año pasado.
Una tendencia al debilitamiento que la moneda brasileña ha retomado en las últimas semanas, luego de la mejora experimentada tras la victoria electoral del ahora presidente Luiz Inácio Lula da Silva en octubre pasado. Ayer, el dólar cotizaba a 3,48 reales, tras tocar un máximo de 3,486, lo que implica una caída del 1,88% del real. Asimismo, el nivel del riesgo-país también continuaba su escalada alcista, colocándose a 1.326 puntos, un 3,03% por encima de la marca del lunes.
La volátil situación internacional golpea también, de esta manera, a Brasil. La posibilidad de un escenario de guerra entre Estados Unidos e Irak, con todas sus previsibles consecuencias sobre los precios del petróleo, está llevando a los inversores a asumir una posición defensiva, evitando realizar colocaciones de dinero en los países en desarrollo, hasta hace poco tiempo ensalzados como mercados emergentes.
En este marco, los inversores brasileños se muestran recelosos y vuelven a apostar por una mayor subida de la moneda estadounidense. Así, evitan vender dólares y vuelven a comprar, con lo que se explica la interrupción de la corriente alcista del real entre octubre y diciembre pasados.
La carta de Meirelles destaca que 'el objetivo de la política monetaria en 2003 es perseguir una trayectoria de convergencia para las metas definidas anteriormente por el Consejo Monetario Nacional y recientemente reafirmados por los ministros del área económica, teniendo en cuenta que esa convergencia no se dará instantáneamente'. Al ampliar la meta de precios, el Banco Central tiene más margen para bajar los tipos de interés, actualmente en el 25%. Con ello se propiciará un crecimiento de la economía este año del 2,8%, según Meirelles.
El Partido de los Trabajadores critica a Lula
El rumbo político de Lula comienza a ser duramente cuestionado en el Partido de los Trabajadores (PT). En la primera reunión del comité nacional del partido desde su llegada al Gobierno, el presidente de Brasil debió escuchar ataques a su proyecto para eliminar el hambre en el país, así como a su decisión de participar del Foro Económico Mundial de Davos. La senadora Heloísa Helena dijo que 'Davos representa la globalización neoliberal y la dictadura de los mercados. Siempre estuvimos en contra de este nuevo orden económico mundial'. Su crítica fue rechazada por la influyente alcaldesa de São Paulo, Marta Suplicy, quien citó a Lula para defender su viaje a Suiza. 'Lenin decía que el proletariado no tiene que recusar ninguna tribuna para exponer su punto de vista', afirmó. Sin embargo, fue la propia alcaldesa, una habitual aliada de Lula, quien cuestionó duramente el plan Hambre Cero, con el cual el Gobierno se propone terminar el hambre en cuatro años. Suplicy denostó la 'inhabilidad política' del coordinador del plan, el economista José Graziano, ministro de Seguridad Alimentaria, y se quejó de que el plan no tomara en cuenta 'las iniciativas de los municipios'. En concreto, el que está vigente en São Paulo.