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Com. Valenciana

El chef de Churruca sobrevive a sus dueños

Cuando dentro de algunos meses un juez pronuncie el habitual '¡adjudicado!' y otorgue la marca de pipas Churruca a un solo propietario, el cocinero que fue símbolo de la empresa de frutos secos más conocida de España habrá sobrevivido a 12 años de pleitos familiares en los que su supervivencia estuvo más que amenazada. Los pleitos seguirán, pero la marca será propiedad definitiva de uno de los hermanos López Lluch, Luis o José, o quizás de un extraño, dado que en la subasta puede pujar quien lo desee.

La marca creada en 1932 por el padre de los López Lluch fue heredada por Luis y José al 50%, lo mismo que los inmuebles de la empresa Productos Churruca. Cuando Luis utilizó una argucia legal para hacerse con el control de la empresa en 1991, José no sólo acudió a los tribunales, sino que creó una empresa paralela, Sti Ibérica, y lanzó la marca Churruca, que también era suya. Luis demandó a José por competencia desleal y consiguió que se prohibiese a Sti Ibérica utilizar la marca del cocinero, dado que era Productos Churruca la que hacía el esfuerzo de publicitarla.

Corría el año 1993 y el número de pleitos cruzados superaba ya la veintena. 'Esto se tenía que haber acabado hace años, pero la Justicia es muy lenta', se queja Rafael Blanes, abogado de José López Lluch. El letrado que representa al otro hermano, José Luis Boronat, tampoco es optimista respecto a la celeridad de los tribunales y piensa que la subasta de la marca ni siquiera se producirá este año.

Pese a la demora, las sentencias han ido cayendo de uno y otro lado. En lo que atañe a la propiedad de la empresa Productos Churruca, los tribunales dieron validez a la toma de control por parte de Luis en primera y segunda instancia. Falta que se pronuncie el Tribunal Supremo, pero los abogados de José no son optimistas.

Sin embargo, la dos demandas por competencia desleal que Productos Churruca puso contra Sti Ibérica no sólo fueron desestimadas -la última sentencia es del pasado 18 de diciembre, aunque está recurrida-, sino que el juez dijo en 1998 que ambos hermanos tenían el mismo derecho a utilizar la marca Churruca.

Desde entonces, quien la utiliza es José, mientras Productos Churruca se lanzó a un cambio de imagen sin cocinero y con otras marcas. Entre ellas estaba la propia denominación social, Productos Churruca, que la Audiencia Provincial de Valencia ha anulado recientemente como nombre comercial con la consiguiente prohibición de usarlo. Por ello, hasta el día de la subasta José tendrá que decidir si vuelve a usar la marca original, con riesgo evidente de confusión con los productos de su hermano, o se resigna a no utilizarla.

La empresa Productos Churruca no ha crecido prácticamente desde 1993, cuando facturó 20,83 millones. En el ejercicio cerrado el 30 de junio de 2002 facturó 18,73 millones, un 4,1% más que el año anterior, y ganó 107.330 euros, un 124% más.

Demanda por daño moral

Además de la subasta de la marca, los tribunales dictaron también la de todos los inmuebles utilizados por Productos Churruca que eran propiedad al 50% de Luis y José. Se los repartieron casi como hermanos, excepto un inmueble de Mallorca que se adjudicó un tercero, con una recaudación total de unos seis millones.

Pero hay más. Tras conocer la sentencia definitiva sobre el juicio por competencia desleal iniciado en 1993, José y Sti Ibérica han demandado a Productos Churruca, a la que exigen un millón de euros 'por daños morales' y 0,89 millones por supuesto lucro cesante, ya que el juez le impidió usar la marca durante varios años. Un nuevo pleito para una historia demasiado vieja.

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