Nikidom, la tienda en línea de artículos infantiles, compra la perfumería virtual Fraganzia
Digital Mood, la única incubadora de negocios de Internet que había sobrevivido a la burbuja puntocom en España está deshaciéndose de la mayoría de los proyectos en los que participaba. La empresa, cuya accionista mayoritaria es la sociedad de capital riesgo Inova Capital, ha vivido una fuerte reestructuración en el último año. Actualmente, su plantilla está compuesta por 4 trabajadores cuando a finales de 2001 sumaban alrededor de 70 empleados.
'Desde principios de 2002 ya advertimos que íbamos a tomar un perfil más financiero', dice Ignacio Salazar, director general financiero de la compañía. Así, Digital Mood ha abandonado sus actividades relacionadas con la prestación de servicios de consultoría, marketing y asesoría estratégica que ofrecía a las empresas incubadas y se limita a actuar como un accionista más dentro la organización.
La cartera de los proyectos participados se ha visto también reducida drásticamente. En los últimos meses, la antigua incubadora ha ido soltando lastre y vendiendo las acciones que mantenía en muchos de sus proyectos. La semana pasada cerró la venta de la perfumería en línea Fraganzia, que incluso había abierto tiendas físicas.
Nikidom, una puntocom especializada en artículos para bebés y niños se ha hecho con la totalidad del capital de Fraganzia. Ambas empresas ya comparten el servicio de soporte al cliente, aunque la venta todavía no se ha hecho oficial y tampoco se ha querido desvelar la cuantía de la operación. Fadi Chideiac, que ha conseguido que su tienda Nikidom sea rentable desde el segundo trimestre del año pasado, se ha propuesto que Fraganzia alcance el punto de equilibrio este mismo año. 'Se cometieron algunos errores de gestión. Es muy difícil vender perfumes al lado de El Corte Inglés', comenta Chideiac, que ya ha decidido clausurar la perfumería física que Fraganzia mantenía en Madrid.
Por otro lado, Digital Mood también ha vendido su participación en la tienda de telefonía móvil Movizona, que ha vuelto a manos de su fundador, Javier Lacalle. Otros proyectos han corrido peor suerte, como el portal de derecho Legalsite o el de las comunidades de internautas Paisvirtual, que recuperaron los socios originarios, aunque terminaron por desaparecer.
Otras ventas
Con anterioridad, Digital Mood vendió su proyecto de marketing móvil Crossbow a la empresa de descargas para móviles y mensajes cortos de texto Movilisto. También ha acelerado la venta de sus acciones en el Grupo Skios, dedicado a tecnologías de Internet, y de Tafari, el proveedor de sistemas de redes.
Digital Mood sólo mantiene su participación en las tiendas de música Weblisten y PlanetMusic, además de la empresa suministradora de sistemas de código abierto Esware Linux, y la agencia publicitaria El Sindicato. 'Nuestro objetivo siempre ha sido vender', clarifica Salazar, pero lo que no detalla el ejecutivo es cuántas de estas inversiones han resultado finalmente rentables para Digital Mood, que aún no ha presentado los resultados de 2002.