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El negocio de la fotografía se reinventa

Los nuevos soportes digitales reemplazan a los clásicos carretes para captar, copiar y enviar fotos. El sector lucha por adaptarse Marimar Jiménez / Luz Fernández

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a fotografía está experimentando el cambio más radical de su centenaria existencia. Durante 2002, las ventas de cámaras digitales crecieron un 44% frente a una caída del 27% de las cámaras tradicionales, según datos de la Asociación de Cámaras y Productos de Imagen con sede en Japón, país que reúne a los principales fabricantes de este tipo de dispositivos. Las tecnologías han alterado los principios más básicos de este arte menor. El carrete de toda la vida pierde terreno frente a los soportes digitales, que están estimulando un mercado muy maduro y que se había olvidado de crecimientos exponenciales.

En España la conversión a la imagen digital se está viviendo con gran intensidad. Este mercado creció un 67,9% en 2000, y en la primera mitad de 2001 las ventas ya habían aumentado un 50,26%, según datos de la feria sectorial Foto/Ventas Digital. Las cifras sobre 2002 aún no están disponibles, pero las cámaras digitales han sido uno de los productos estrella de las pasadas Navidades. De cada cinco cámaras vendidas en las tiendas, tres eran digitales. 'Hay muchas tiendas que se han quedado sin stock. Las ventas seguirán creciendo pero aún quedan dos años para experimentar el boom real de la demanda', comenta Conchi Sánchez, responsable de ventas de Kodak para Iberia.

Hace dos años una cámara digital de dos megapíxeles costaba 800 euros. Hoy se encuentran en el mercado por menos de 300 euros

Una tienda de revelado tiene que invertir entre 12.000 y 300.000 euros para poder prestar los servicios digitales demandados por los clientes

Uno de los argumentos definitivos que han animado las ventas ha sido la caída de precios. Hace dos años una cámara de dos megapíxeles costaba 800 euros, cuando hoy se encuentran en el mercado por menos de 300 euros, y es fácil ver equipos de cuatro megapíxeles de 700 euros, e incluso menos.

Esta rápida bajada de precio se explica por un aumento enorme de la oferta. Las marcas tradicionales de fotografía han visto cómo empresas procedentes de la informática, como HP o Epson, y de la electrónica de consumo, como Sony o Casio, se han lanzado a este jugoso mercado que está en plena expansión. 'Hoy fabricar una cámara de fotos es sencillo. Sólo hay que comprar los componentes necesarios y acoplarlos', explica Francisco Assens, director de marketing de Fujifilm en España, que presume de que su compañía es una de las pocas que fabrica todas las piezas de sus cámaras, al ser ella misma productora de componentes que se usan en los productos de su competencia.

Fabricar una cámara es hoy parecido a montar un ordenador. Y, de hecho, empiezan a aparecer ensambladores locales de ordenadores que se atreven con las cámaras de fotos. La cadena Beep ha sido uno de ellos y esta Navidad lanzó tres modelos económicos. 'No las fabricamos nosotros mismos, sino que buscamos en Asia quien las produzca cumpliendo nuestros estándares de calidad', explica un portavoz de esta cadena de tiendas, que piensa comercializar nuevos modelos más sofisticados con la marca Beep.

Ante esta nueva competencia, las firmas clásicas no se amedrentan, pues consideran que su marca y su larga experiencia en este mercado son una clara ventaja. 'Llevamos 70 años en este negocio y controlamos todos los procesos desde la captura de la imagen, el color, la impresión', argumenta Assens de Fujifilm. Por su parte, Sánchez comenta con tranquilidad: 'Kodak es sinónimo de fotografía'.

'Hubo una época en que pedías una kodak cuando querías una cámara como ahora pides un kleenex cuando quieres un pañuelo de papel. El peso de nuestra marca es una gran ventaja'. El gran reconocimiento de marca que tienen estas empresas no supone una garantía de éxito.

Las primeras consecuencias de la entrada de nuevos jugadores ya se han hecho notar: dos de los grandes fabricantes nipones Konica y Minolta tienen previsto fusionarse en el mes de agosto. La decisión se ha tomado a raíz de que ambas compañías notasen una pérdida de sus respectivas cuotas de mercado, que consideran que les ha sido arrebata por Sony, por lo que quieren unir fuerzas para poder competir en fotografía digital. Sin duda, ésta no será la única fusión o compra que sufrirá el mercado.

La adopción digital pasa por un cambio completo de estrategia de las clásicas. Todos los jugadores tradicionales llevan años reorganizándose, formando de nuevo a sus empleados y renovando sus productos. 'El cambio es total. Las fotos han pasado de ser un documento para la historia o el recuerdo para convertirse en comunicación, a veces hasta instantánea', reflexiona Joan Cases, director de la división de imágenes de consumo de Agfa Ibérica, que sabe muy bien lo que significa adaptarse a la nueva forma de entender la fotografía.

Desde hace tres años, Agfa se ha sometido a transformación total, tanto que su negocio es ahora 'de ingeniería de sistemas' más que de la producción de película, químicos o papel. Las ventas de sistemas digitales ya representan el 70% de sus ingresos y el 98% de la cartera de sus productos tienen menos de un año y medio de vida. El negocio de Agfa se centra en los sistemas de revelado y las películas, el área que está protagonizando el mayor cambio.

Una foto digital puede ser almacenada en una tarjeta de memoria, un chip, un disquete, grabarla en un CD y verla posteriormente en la televisión a través de un equipo de DVD, se puede publicar en página web o enviarla por correo electrónico. Las ventajas y las posibilidades para los usuarios son evidentes, pero quienes están sufriendo esta revolución con mayor preocupación son las tiendas de revelado que miran con desconfianza estos sistemas que permiten a los clientes copiar sus fotografías con una impresora y un ordenador.

'Es evidente que el número de copias a papel acabará reduciéndose', reconoce Cases, 'pero las tiendas tienen nuevas posibilidades de negocio. De un carrete se podían sacar sólo 24 revelados. Los nuevos laboratorios digitales permiten lograr hasta siete formatos de manera automatizada de una misma foto y ofrecer hasta 22 servicios desde imprimir fotos en camisetas, relojes o en alfombrillas para el ordenador a hacer fotos puzle'.

No quieren dar cifras de ventas concretas, pero sin duda la renovación de los equipamientos de los laboratorios de revelado está siendo uno de los negocios más jugosos. Agfa, Kodak, Fujitsu... todos se han lanzado de lleno a vender sus nuevos equipos de revelado y quioscos de autoservicio.

Los grandes laboratorios no tienen problemas pues llevan tiempo incorporando estos sistemas, pero las cadenas y pequeñas tiendas se sienten perdidos. 'Tienen que evolucionar, no hay otra opción', opina Assens de Fujifilm. Las grandes empresas ven más oportunidades que desventajas en las nuevas tecnologías. Según datos de Kodak, la media del consumo anual en España era de un carrete o carrete y medio por usuario, mientras que cuando se compran una cámara digital aumenta un 62% el número de disparos que se realizan, lo que se traduce en un aumento del negocio para quienes impriman o graben en CD con estas imágenes que antes no se tomaban.

Así lo ha entendido Fotoprix, una de las mayores cadenas de tiendas especializada en la venta de productos fotográficos y servicios de revelado en España. La cadena cuenta hoy con 232 tiendas y en los últimos tres años ha hecho una inversión en tecnología digital que ronda los ocho millones de euros. Y los avances a incorporar no acaban. A mediados de este año, Agfa instalará una impresora industrial totalmente digital en el laboratorio de Fotoprix de Barcelona. 'Esta máquina será una de las tres primeras que se instalarán en el mundo junto con otra dos, una en Japón y otra en Alemania', explica Luis Ángel Palacios, director de marketing de Fotoprix.

Aunque esta cadena de tiendas está a la última en soluciones digitales, al igual que otros tantos comercios, no todo el mundo está igual de preparado para asumir el reto de la fotografía digital. 'En las tiendas de fotografía tradicional encontramos un falta de preparación absoluta por parte del tendero. Hablo de la pequeña tienda. A su propietario le está costando mucho adaptarse a las nuevas tecnologías', señala Miguel Palominos, socio fundador de la empresa Fotografía Servicios Internet (Fotosí), que hace dos años puso en marcha un sistema que unifica el revelado fotográfico tradicional con el almacenamiento online.

Tiendas informatizadas

La razón que esgrime Palominos, que durante muchos años ha ejercido la profesión de fotógrafo, es que el tendero no entiende la informática y tampoco se ha preocupado en prepararse. 'Ahora no le va a quedar más remedio y el que no lo haga tendrá que cerrar, porque la tienda tradicional con la bajada de precios tan espectacular que hemos tenido en los últimos 10 años no va a poder continuar'. Un revelado en 1983 de 36 fotos costaba 3.500 pesetas; en 2003, son 1.500. Esto significa que tiene que haber un aumento de volumen tremendo para tener el mismo beneficio.

Efectivamente, Palominos reconoce que las cámaras digitales amplían las posibilidades de negocio, pero para que las tiendas fotográficas puedan prestar todos los servicio que, por otra parte demandan los clientes, tienen que adquirir elementos informáticos: una conexión a Internet, un ordenador, un descargador de tarjetas, grabadoras de CD, un escáner, una impresora, entre otros. La inversión puede ir, en función de los dispositivos que incorporen, entre 12.000 y 300.000 euros, porque un minilab digital para imprimir en el momento puede costar alrededor de los 180.000 euros 'para que sea razonablemente bueno', dice Palominos, quien añade que es una 'barbaridad porque estas tiendas venden unos productos por los que se están pagando algunos céntimos de euro'. Una copia en papel químico de archivo digital en un tamaño de 10x15 cuesta desde 30 céntimos a un 1,05 euros. '¿Qué volúmenes necesitan manejar de fotos para poder amortizar estas inversiones?', se pregunta.

Sin embargo, los responsables de estas tiendas deben saber que no es necesario comprar todo. Existe la opción de subcontratar algunos servicios. Fotosí, por ejemplo, tiene externalizado el revelado a Dinasa, uno de los principales laboratorios industrial de revelado de España, junto con Ross Sistemas o Casa Carril, entre otros. Estas empresas también han sufrido su revolución digital.

En lo que coinciden todos los expertos consultados es en que pese al boom de la cámara digital, al final el cliente quiere tener la foto. Quiere tocarla, ponerla en un marco. Y aquí entran en juego nuevos jugadores hasta hace poco ausentes del negocio de la fotografía: los fabricantes de impresoras. Existen dos opciones para obtener una copia: o imprimes en tu casa o lo llevas personalmente o a través del e-mail a una tienda de revelado.

Los fabricantes de impresoras domésticas, como Hewlett-Packard, Canon o Epson, quieren sin duda parte del mercado de revelado fotográfico. Se calcula que en el mundo se hacen alrededor de 80.000 millones de copias fotográficas en papel cada año y que esta cifra crecerá en el mundo.

Los especialistas están de acuerdo en que las impresoras de inyección de tinta consiguen copias de calidad, son fáciles de usar por los consumidores y son baratas, en lo que a hardware se refiere. No ocurre lo mismo con los cartuchos de tinta y el papel fotográfico que, de momento, son caros. Tanto, que resulta más barato hacerlo en cualquier tienda que acepte ficheros digitales. El reto de HP, Canon o Epson es reducir el coste por copia.

'Los fabricantes de impresoras venden en su publicidad la ventaja de que el usuario lo haga todo él mismo. Y aunque se está consiguiendo una mayor durabilidad de estas fotografías impresas en casa, no tiene nada que ver con las fotos reveladas con productos químicos'. La lucha entre fabricantes de impresoras, laboratorios industriales y tiendas de revelado está asegurada.

Donde también se avecinan tiempos tormentosos es en el negocio del software vinculado al tratamiento fotográfico. Por un lado, están los sistemas que incorpora cada fabricante de cámaras, que incluyen programas para el tratamiento de fotos o su publicación. Normalmente, lo que prima en estos programas es simplificar al máximo estas funciones para ponerlas al alcance de todos los consumidores. Por otro lado, existen desarrolladores de software especializados que llevan años en este negocio. El más conocido es Adobe, compañía líder con su programa para profesionales Photoshop, que ha visto claro el mercado que se le abre en el mundo doméstico y hace dos semanas anunció en EE UU el lanzamiento de Photoshop Album, un nuevo software que ayudará a los usuarios de cámaras digitales a editar, enviar y almacenar fotografías. 'Anteriormente se guardaban las fotos en una caja de zapatos, ahora es como una caja de zapatos pero digital', dice el presidente ejecutivo de Adobe, Bruce Chizen. Además de proveer una manera de almacenar, buscar y organizar fácilmente fotos digitales, Chizen dijo que el software permite a los usuarios crear y compartir imágenes y álbumes de fotos mediante Internet.

El software que utilizará la tecnología del popular editor de fotos Photoshop de Adobe y el software de compartir documentos de Acrobat es para ordenadores personales que utilizan el sistema operativo Windows y se venderá por unos 50 dólares. Este producto, que saldrá a la venta en EE UU el próximo febrero y en España en el segundo trimestre de 2003, competirá duramente en el mercado con otras soluciones también pensadas para el aficionado a la fotografía digital como Picture It Digital Image Pro, del gigante de la informática Microsoft; Picasa, de Lifescape Solutions, sólo disponible en España a través de su sitio web (www.picasa.net), desde donde se puede descargar; AfterShot, de Jasc Software, o el iPhoto, de Apple, especialmente diseñado para los ordenadores Macintosh.

Estos programas, con herramientas básicas para fotógrafos amateur, son en su mayoría de compañías estadounidense, un mercado en el que la consultora Gartner Dataquest calcula que un 17% de los hogares de ese país acabo el año 2002 con una cámara digital, una cifra que se elevará hasta la mitad de los hogares para el año 2006.

En este contexto, hace unas semanas un grupo de seis fabricantes de cámaras digitales e impresoras (Canon, Sony, HP, Fuji Photo Film, Olympus Optical y Seiko Epson) propusieron un nuevo estándar industrial que permita a las imágenes grabadas por una cámara digital ser impresas a través del ordenador.

El estándar DPS, así se denomina, trata de poner fin a un problema que hoy sufren los consumidores: cada fabricante utiliza un método distinto para imprimir las imágenes directamente desde sus cámaras digitales, lo que hace francamente complicado para los usuarios mezclar equipos de diferentes proveedores. La progresiva sustitución de los rollos por soportes digitales parece inevitable, pero nadie se atreve a hablar de la eliminación definitiva de la película. 'Son dos técnicas que se complementan. Y en el futuro seguirán conviviendo los rollos y lo digital', se atreve a predecir Conchi Sánchez, de Kodak.

Servicios de todos los colores

La fotografía digital tiene un incontable número de posibilidades: desde dar más luz a una foto, quitar los ojos rojos, poner un marco, darles una apariencia antigua gracias al color sepia o crear un álbum virtual. Sólo hace falta un ordenador, pues la mayoría de las cámaras incluyen los programas necesarios para dar rienda suelta a la creatividad del fotógrafo. Pero no siempre es tan fácil o no se tiene el tiempo necesario o la impresora de casa no da la suficiente calidad para exponer después la foto. Así, en Internet existen todo tipo de servicios gratuitos y de pago que permiten fácilmente enviar vía correo electrónico nuestras fotos para que sean impresas con calidad profesional o publicar nuestro álbum en una web a la que pueden acceder nuestros familiares o amigos. Aquí realizamos una selección de algunos de ellos:Servicios de impresiónSin Rollos es una página web independiente que ofrece todo tipo de servicios relacionados con la fotografía digital, desde la publicación de álbumes a los retoques o montajes fotográficos. Su principal negocio es la impresión de copias que ofrece para toda España y Argentina. Las imágenes pueden ser de un álbum ya publicado o enviarlas vía e-mail. Utiliza la tecnología de Fotosistem y los precios de las copias van desde los 0,5 euros por un tamaño de 110x25 a 2,5 euros por la de 20x30. Las fotos pueden ser recogidas en los distintos establecimientos asociados o las envían por mensajero en 24 horas por 2,5 euros más. www.sinrollos.comFotosí permite no sólo pasar nuestras fotos digitales, sino también digitalizar nuestras copias de papel sacadas del negativo. Acepta el envío de copias vía mensajero, correo tradicional y electrónico. Sus tarifas de copias a papel van desde los 0,67 euros a 6,61 por impresión, pero además ofrece servicios de camisetas por 16,5 euros y por 1 euro grabar las imágenes en un CD. También permite publicar los álbumes personales de manera gratuita. www.fotosi.com Eastman Kodak cuenta con su propio servicio de revelado, Ofoto, totalmente virtual. Además de los ya clásicos álbumes, esta web cuenta con un servicio de revelado con tarifas muy competitivas que van desde los 0,41 euros a 21,11 euros para el mayor tamaño. Hay que tener en cuenta que los gastos de envío van aparte. www.ofoto.com Álbumes digitalesFotocentro ofrece un servicio para almacenar negativos en formato digital y acceder a tus fotografías vía Internet. Su base de datos tiene una capacidad para guardar de 1 a 3 gigabytes de información diaria. Si se desean copias de las fotos, hay que solicitarlas en la red de tiendas de Fotocentro. Su servicio es gratuito e incluye una copia de seguridad. www.fotocentro.com Terra ha inaugurado recientemente su servicio de álbumes digitales que ofrece en una variante gratuita y otra de pago. Los internautas que accedan a la Red a través de su servicio de conexión de pago en cualquiera de sus modalidades tienen derecho a utilizar durante un año un álbum digital con una capacidad de 5 megabytes. Para los que necesiten mayor espacio existe una versión de 32 megabytes por una tarifa de 30 euros al año. www.terra.es Yahoo.es también ofrece la posibilidad de guardar en línea fotografías. El portal reenvía al internauta a su página web en EE UU. www.yahoo.es Servicios profesionalesLos bancos de imágenes han sufrido su propia adaptación digital. Prácticamente la totalidad de ellos han creado su propia página web donde sus clientes (generalmente empresas de medios de comunicación) pueden buscar las imágenes y comprarlas en línea. Este es el caso de National Geographic, que anunció hace un par de meses que vende sus fotos a través de la Red. Con el lanzamiento de su archivo digital, dijeron, respondía a la demanda de sus clientes. Inicialmente, ha colgado en la Red unas 10.000 imágenes de un archivo de más de 10 millones. Este año se podrán descargar otras 3.000 más para uso comercial.www.nationalgeographic.com. Otro banco de imágenes que no ha querido ir contracorriente es Getty Images, cuyas marcas más conocidas son Stone, The Image Bank y Photodisc. Susan Latham, su directora de ventas, asegura que comenzaron el cambio hacia lo digital en 1997. Para ello tuvieron que cambiar todos los procesos internos y la forma en que se relacionaban con sus clientes. El pasado 15 de julio lanzaron la versión española de su web (www.gettyimages.es). 'Antes, nuestros clientes nos llamaban por teléfono, nos pedían una imagen, nosotros la buscábamos en un archivo y después le enviábamos la diapositiva', cuenta. El proceso era lento y muchas veces las pequeñas diapositivas se perdían. Un riesgo para su negocio. La empresa tiene más de 60 millones de imágenes y, aunque no tienen todas digitalizadas, ya hay millones disponibles en la Red. 'La tecnología digital nos permite tener fotos más frescas. Así vendemos más imágenes y más rápido, y ayudamos a que nuestros fotógrafos ganen más dinero', subraya.

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