El Gobierno de Brasil aprueba un Presupuesto rígido para 2003
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aprobó ayer el Presupuesto para 2003 que prevé que el pago de la deuda consuma unos 582.000 millones de reales (170.520 millones de euros) de las arcas públicas. El Presupuesto mantiene la rígida estructura de gastos heredada del antecesor de Lula, Fernando Henrique Cardoso.
El pago de la deuda consumirá el 60% del Presupuesto. Siguiendo los principios acordados en agosto con el Fondo Monetario Internacional (FMI), también está incluida la obligatoriedad de alcanzar un superávit presupuestario del 3,75% como garantía para cumplir las obligaciones de la deuda.
El Presupuesto ha sido elevado en 24.788 millones de reales (más de 6.630 millones de euros) respecto al proyecto original trazado por Cardoso en agosto pasado.
En respuesta a las promesas electorales de Lula, el programa Hambre Cero tiene una partida equivalente a 758 millones de euros. También está aprobado un aumento del 20% en el salario mínimo, aunque este aumento está sujeto a revisión en caso de que los ingresos presupuestarios no marchen sobre lo previsto.
El Gobierno de Lula afronta numerosos desafíos económicos. Uno de los principales es reformar el costoso sistema de pensiones. El presidente de la Corte Suprema, Marco Aurelio Mello, se ha pronunciado en contra de la reforma, que califica de inconstitucional. El temor a que el proyecto sea paralizado provocó ayer la caída del 2% del real y el dólar pasó a cotizar a 3,325 reales.