La Reserva Federal afirma que la amenaza de guerra frena la inversión empresarial
El presidente de la Reserva Federal de Richmond, Alfred Broaddus, aseguró ayer que el gasto empresarial, un factor clave para la fortaleza de la recuperación de EE UU, no se acelerará hasta que el conflicto que el país mantiene con Irak se resuelva.
Irak 'es la razón por la que la gente piensa que la inversión empresarial, en particular, seguirá retrasada. Es una incertidumbre que se prevé se despeje a lo largo del año y que establezca una base para el crecimiento', dijo Broaddus. Estos comentarios van en la misma línea de los apuntados el lunes por el presidente de la Reserva de Atlanta, Jack Guynn, que aseguró que 'la amenaza de guerra planea sobre consumidores y empresas y es uno de los factores que provoca un aplazamiento del gasto'.
La amenaza de guerra también tiene otras repercusiones en la economía estadounidense. Los precios de las importaciones subieron un 0,7% en diciembre, el mayor ritmo en cuatro meses, debido al encarecimiento de los costes energéticos, que subieron un 7,4% el mes pasado. Excluidos los precios energéticos, los precios subieron apenas el 0,1%.
En este contexto, el alza de los precios de importación podría resultar preocupante, por las tensiones inflacionistas que podría trasladar al resto de la economía y por la amenaza de una subida de los tipos de interés antes de que la recuperación se asiente.
Sin embargo, en el caso particular de EE UU, el alza de estos precios aleja el fantasma de la deflación, lo que, dada la tensión que atraviesa el mercado petrolero, convierte el dato en un factor positivo para la primera economía mundial.
Por otro lado, el Departamento de Comercio informó que las ventas minoristas crecieron un 1,2% en diciembre, aunque en el conjunto del año el sector registró el menor crecimiento en nueve años, al registrar un aumento del 3,4%.
Excluidos automóviles y componentes, las ventas se mantuvieron invariables, lo que confirma que los consumidores frenaron su gasto en diciembre.