La oposición abandona la comisión de investigación del Parlamento gallego
Araíz de la negativa del Grupo Popular a cambiar de forma inmediata el plan de trabajo de la comisión de investigación creada en el Parlamento autonómico para determinar las responsabilidades en la catástrofe que originó el hundimiento del Prestige el pasado 19 de noviembre, los parlamentarios del Grupo Socialista gallego (PSdeG) y del Bloque Nacionalista Galego (BNG) decidieron ayer abandonar esta comisión, al menos de forma temporal.
Los diputados de la oposición en el Parlamento gallego entienden que la eficacia de la comisión ha quedado en entredicho a partir de que el Gobierno central desautorizó la comparecencia en la Cámara autonómica, primero del delegado del Gobierno, Arturo Fernández de Mesa, después del capitán del Prestige y, por fin, de los representantes de Remolcanosa, la empresa del buque Ría de Vigo, que contrató la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo. Ayer sólo prestaron declaración en esta comisión los capitanes de los remolcadores Valdivia y Serra de Santiago, contratados por la Xunta de Galicia.
En un intento de evitar este abandono, el presidente de la comisión de investigación, el popular Xosé Manuel Barreiro, ofreció concertar una reunión para perfilar el nuevo calendario del plan de trabajo y suspendió la reunión de la comisión. Previamente, el portavoz del PP, Roberto Castro, propuso abordar el nuevo plan de trabajo de la comisión en 48 horas, lo que no aceptó la oposición, ya que para hoy mismo estaba prevista la comparecencia de un representante de Salvamento Marítimo, que ya ha anunciado que tampoco acudirá, y del consejero de Presidencia.
El secretario general del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, y el portavoz socialista en el Congreso, Jesús Caldera, enviaron ayer una carta al recién nombrado comisionado del Gobierno para la crisis del Prestige, Rodolfo Martín Villa, para solicitar un encuentro en el que abordar las posibles soluciones a la crisis.
El secretario general del PP, Javier Arenas, declaró ayer que, en su opinión, PSOE y BNG han demostrado tener 'un nulo interés' en aclarar la gestión de la catástrofe. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, acusó al PP de no querer que se investigue este asunto ni en el Parlamento gallego ni en el Congreso, porque 'tiene algo que ocultar'.
Pesca en las Rías Bajas
A finales de mes, la Consejería de Pesca de la Xunta de Galicia espera tener los resultados de los análisis sobre la salubridad de los recursos pesqueros de las Rías Bajas. La Xunta decretó el pasado 3 de diciembre la primera prohibición de faenar en la zona. La subdirectora de Recursos Marinos de la Xunta, María Cancelo, aseguró ayer que si dichos análisis son 'positivos', se procedería a levantar la veda en aquellas zonas en que se consensuara la decisión con las cofradías.
Pero los representantes de las cofradías de O Grove y A Pobra expresaron sus reticencias y exigieron que antes se complete la limpieza en las islas Atlánticas, en cuyos fondos marinos aún permanece el chapapote, y se elabore un plan de prevención y limpieza en caso de que lleguen nuevos vertidos. María Cancelo señaló que las observaciones visuales de los biólogos de la Xunta en las Rías Bajas indican que 'no hay grandes problemas', pero puntualizó que la reapertura de la actividad no tiene por qué producirse en las tres rías a la vez. Insistió en que, aunque se levante la veda, pescadores y mariscadores seguirán percibiendo las ayudas oficiales durante el tiempo que sea preciso 'hasta inducir la confianza necesaria en el mercado'.
El frente principal de la marea negra, con 3.000 toneladas de fuel, se situó ayer a 97 millas de Gijón, puerto del que ayer partieron 17 embarcaciones para combatirla. Sin embargo, la previsión para hoy es que los vientos del suroeste contribuyan a alejarla de la costa.
Dos meses después del accidente, la marea negra ha afectado a 409 playas del litoral gallego y cantábrico, según el Ministerio de Medio Ambiente, 82 más que hace 10 días. Pero el consejero de Cultura y Turismo de la Xunta, Jesús Pérez Varela, declaró ayer, tras una reunión con la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes, que espera que el 95% de las playas hoy afectadas estén limpias y aptas para el baño en verano.
Comisiones Obreras cifra los daños en 3.000 millones
El sindicato Comisiones Obreras (CC OO) ha valorado los daños causados por la catástrofe del Prestige en 3.000 millones de euros, sin tener en cuenta el coste del plan de regeneración global. La cifra responde a un estudio elaborado por el gabinete técnico de la organización, aunque sus responsables precisaron ayer las dificultades para llegar a esta cantidad. CC OO presentará el estudio completo dentro de un mes. Los 3.000 millones responden a los gastos de las operaciones de limpieza, de la recuperación ambiental de las costas, de las rentas de compensación para los afectados y de apoyo a diversos sectores. El sindicato explicó, además, que la cuantía es superior, ya que 'no se ha tenido en cuenta los daños al patrimonio natural colectivo, que tendrá gran relevancia en la economía'. Manuel Lago, portavoz del CC OO, citó los casos similares como el Exxon Valdez y el Erika. El primer accidente dañó 1.500 kilómetros y provocó gastos por 2.100 millones de euros, mientras que por el vertido del Erika los costes ascendieron a 840 millones. La cifra ofrecida por el sindicato dista mucho de la difundida por el Gobierno hace unos días. El vicepresidente primero, Mariano Rajoy, destacó que la limpieza en el mar y en tierra del fuel vertido por el Prestige costará entre 950 y 1.000 millones de euros, sin contar ayudas a los afectados ni los costes de los trabajos realizados. Por su parte, Cristóbal Montoro comparecerá el miércoles para ofrecer el impacto que tendrán estos costes en los Presupuestos generales de 2003.