El paro en Alemania alcanza la cifra más alta desde el año 1998
La Oficina Federal de Empleo, que presentó ayer estas cifras, no ocultó ni su decepción ni su pesimismo. Florian Gerster, presidente del organismo, afirmó que la situación no mejorará hasta, al menos, el segundo semestre. ¢En los próximos meses vamos a ver datos de paro poco agradables¢, aseguró. Gerster añadió que ¢los altos costes laborales están haciendo cara la contratación y debilitando la demanda de trabajadores¢.
Estos costes se han elevado aún más con la llegada de 2003, ya que el Gobierno del canciller Gerhard Schröder ha aprobado una subida de las cotizaciones a la seguridad social del 19,1 al 19,5%, un aumento que perjudicará tanto a empresarios como a trabajadores. La decisión, encuadrada dentro de las medidas del Gobierno para combatir el elevado déficit público, ha sido duramente criticada desde muchos sectores, por su repercusión negativa sobre el consumo y el empleo. El Instituto Alemán de Estudios Económicos (DIW) ha sido el último grupo de expertos en revisar sus previsiones a la baja y esta semana anunció que la economía alemana no crecerá en 2003 más de un 0,6%.
Sin embargo, el Gobierno ve la situación de una manera más optimista. Wolfgang Clement, ministro de Economía, dijo que considera ¢factible¢ que el número de parados caiga bajo la barrera psicológica de cuatro millones de personas este año, siempre y cuando la coyuntura económica mundial no empeore por las consecuencias de una guerra en Irak.
Pacto con los funcionarios
Sin embargo, no todo fueron ayer malas noticias para el Ejecutivo alemán, que al menos ha logrado evitar una huelga en el sector público. Las conversaciones del convenio colectivo para los tres millones de trabajadores de este sector finalizaron a última hora de la tarde tras duras negociaciones. Sindicatos y patronal acordaron una subida salarial del 2,4% para este año, así como dos aumentos del 1% el próximo ejercicio, uno en enero y otro en mayo, propuesta que aún deberá ser aprobada por algunos grupos implicados en la negociación.
El sindicato Verdi, mayoritario en el sector, había amenazado con ir a la huelga a finales de enero. La reacción del Gobierno fue inmediata y tajante y el ministro del Interior, Otto Schily, no dudó en afirmar que en caso de paros ¢se congelarían todos los sueldos¢.
Duisenberg pide al BCE que le busque sucesor
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Wim Duisenberg, ha formalizado su petición para que la Unión Europea le busque sucesor, que podría ser el gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet. El banquero holandés envió ayer una carta al secretario general del Consejo de la UE, Javier Solana, en la que solicitó también un sustituto de Sirkka Hammalainen, la única mujer de los seis integrantes del comité ejecutivo del BCE. Duisenberg se negó ayer a comentar quién podría heredar su cargo si Trichet no es absuelto de las acusaciones hechas por un tribunal de que ocultó la crítica situación financiera del banco francés Crédit Lyonnais en la década de los noventa cuando era director del Tesoro. La vista oral comenzó esta semana y durará hasta el 12 de febrero. Aunque Duisenberg sugirió en 2002 que se retiraría en julio de 2003, ayer admitió que podría permanecer un tiempo más en el puesto para facilitar el relevo.