La correlación en los mercados bursátiles europeos
La llegada del euro a los mercados financieros no solo ha servido, entre otras muchas cosas, para la unificación de las distintas divisas en las que cotizan los valores de la zona euro en los mercados financieros, sino que ha provocado a su vez un incremento en las correlaciones (movimientos acompasados de los distintas variables) entre los distintos índices bursátiles de los países integrantes. Esto es otra muestra del fenómeno de la integración económica europea y mundial.
Si realizáramos un estudio acerca de las correlaciones semanales de los principales índices bursátiles de la Eurozona, podríamos observar como la correlación semanal media de estos índices ha pasado del 0,45 a 0,65 en los últimos años (la correlación positiva índica movimientos acompasados y negativa movimientos contrarios, y su rango de variación es desde 1, correlación perfecta negativa, a 1, correlación positiva perfecta). Es más, si elimináramos de la selección de índices europeos el portugués y finlandés, y en menor medida el español, la correlación subiría por encima de 0,70. Incluso utilizando únicamente los grandes países centroeuropeos, Francia, Alemania, Holanda, ésta llega a ser superior a 0,8 en algunos periodos del horizonte estudiado (enero 96- septiembre 2001 ).
Sin embargo, si nos planteáramos el mismo ejercicio para los distintos sectores que componen uno de los índices paneuropeos más importantes como el Eurostoxx 300, observamos como ha descendido significativamente la correlación media semanal en el periodo estudiado, desde 0,6 a 0,4.
Cabría preguntarnos entonces por la razón de este incremento de correlaciones entre índices si la propias de los sectores integrantes ha descendido. La explicación a este fenómeno hay que buscarla un paso más allá de los ya recorridos: la correlación intrasectorial.
Si lleváramos a cabo éste análisis por tercera vez dentro de los principales valores de los distintos sectores de este índice paneuropeo, nos encontraríamos como la correlación semanal media entre los valores del mismo sector ha aumentado de manera notabilísima , sobre todo en algunos sectores que han sido los protagonistas de los últimos años, las TMT (Tecnología, Medios de Comunicación y Telecomunicaciones). La correlación de alguno de estos sectores, como Tecnología, ha pasado de 0,15 a 0,60 en apenas 6 años.
Todo esto tiene una serie de implicaciones importantes a la hora de la configuración de las carteras tanto de los inversores institucionales como particulares:
· La diversificación, como elemento clave de la construcción de carteras, debe empezar a basarse en índices-fondos sectoriales y no en índice-fondos nacionales, ya que la correlación de los últimos ha subido drásticamente en los últimos años.
· La evolución de los activos depende cada vez en mayor caso de los eventos que influyen a su sector particular y no las noticias referentes al país de origen.
· La diversificación geográfica, aunque ha ido perdiendo eficacia con el fenómeno de globalización e integración económica, sigue teniendo sentido entre bloques económicos (no entre miembros integrantes de los mismos bloques) pero mucho más aplicándola entre sectores de distintos bloques económicos.
Este proceso iniciado en Europa a mediados de los años noventa, presumiblemente tendrá su continuación en los próximos años, si bien índices de países como España y Portugal, con grandes empresas con fuertes intereses en Latinoamérica, seguirán teniendo un componente ligeramente diferencial en su comportamiento respecto a sus ad láteres europeos.