Bruselas rechaza los planes de estabilidad de Francia e Italia
La Comisión Europea presentará hoy su evaluación de los programas de estabilidad de Alemania, Francia e Italia, tres de los países de la zona euro que, junto a Portugal, sufren serios desequilibrios presupuestarios. Bruselas confirmará además su propuesta de abrir contra Alemania un expediente (que puede desembocar en sanciones) por haber superado en 2002 el límite máximo de déficit público (3% del PIB) fijado en 1997 por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Bruselas instará de nuevo a Alemania a acometer las reformas estructurales para aumentar su potencial de crecimiento, pero dará el visto bueno a su programa de estabilidad. Los programas francés e italiano, en cambio, sufrirán duras críticas, hasta el punto de ser rechazados parcialmente.
La Comisión prevé que el déficit alemán supere de nuevo en 2003 el máximo permitido y pide que Berlín adopte nuevas medidas de corrección, pero prefiere supeditar su exigencia a que se cumplan las previsiones de crecimiento del Gobierno alemán (1,5% en 2003).
El tacto del organismo comunitario se torna en acritud contra Francia e Italia. El programa de estabilidad francés para el periodo 2002-2006, según la evaluación de la CE, no cumple totalmente el requisito esencial del pacto de alcanzar a medio plazo una posición próxima al equilibrio presupuestario o al superávit.
El ministro galo, Francis Mer, fue el único que el pasado mes de octubre se negó a suscribir el compromiso propuesto por Solbes de que los países con mayor deterioro fiscal redujeran anualmente en medio punto el déficit estructural a cambio de poder retrasar hasta 2006 la consecución del equilibrio. Mer ha mantenido el desafío y el programa de estabilidad francés sólo contempla, en términos estructurales, una reducción del 0,2% en 2003, según la Comisión.
Apuesta italiana
Las críticas al programa presentado por el Gobierno de Silvio Berlusconi son aún más ácidas, pues la Comisión percibe sus previsiones de déficit a partir de 2004 (-0,6%) como una mera apuesta sin ninguna base real.
La ausencia de información detallada resulta tan alarmante que Bruselas recomienda a los ministros de Economía que concedan a Italia un plazo de dos meses para que concrete sus planes presupuestarios y fiscales más allá de 2003.
El Consejo de Ministros de Economía de la UE, que Grecia preside este semestre, deberá pronunciarse el próximo 21 de enero sobre estas duras evaluaciones de la CE.