Sencillez en Mega Subasta
A pesar de que dirige una empresa dedicada a subastar productos y servicios, a Daniel Mazin no le gusta trabajar rodeado de objetos. Sólo le acompañan papeles, el equipo de profesionales que trabaja a su lado y la fotografía de su hijo
El lugar donde trabaja Daniel Mazin, máximo responsable de Mega Subasta, compañía dedicada a comprar en subasta pública productos y servicios de primeras marcas, tiene un cierto aire de espacio industrial, ya que la parte del techo se bordea con unas vigas metálicas. Para este madrileño, de 39 años, un tanto tímido al principio, pero que cuando tiene que explicar y defender su negocio se despacha a gusto, es muy importante trabajar en un ambiente de tranquilidad y abierto. 'Necesito tener luz y estar en un espacio que sea poco agobiante'. Asegura que le gusta trabajar con personas más que con papeles o con el ordenador. 'El equipo es lo más importante, lo demás son adornos superfluos'. Lo que sí tiene alrededor es papel. ' Yo lo que más necesito es recibir información, datos sobre el negocio en el que trabajo. A través del ordenador te llega todo tipo de información, pero a mí me gusta leerla en papel porque, además, es mucho más fácil. Para mí, el ordenador es más incómodo'. A Mazin le gustan poco los adornos y los objetos personales. De hecho, en su despacho, sólo guarda como único tesoro la fotografía de su hijo. 'Me gusta separar mi vida personal de la profesional y no soy nada fetichista, me gustan los espacios limpios y simples', señala este ejecutivo que trabaja a dos pasos del madrileño parque del Retiro, 'un verdadero lujo', que aprovecha cada día para caminar rodeado de naturaleza. 'He trabajado en otras zonas, como la de Azca, rodeado de oficinas y restaurantes y no me gusta trabajar en esas zonas, prefiero trabajar, como ahora, en una zona menos agobiante y donde se pueda desconectar mejor del trabajo', añade Mazin. Confiesa que no es nada ordenado y que toda la información que recibe 'la almaceno a mi manera'. Y si alguien osa ordenarle algún papel, corre el peligro de que Mazin no lo encuentre. Tampoco le gusta estar en su despacho a todas horas. Prefiere visitar a su equipo en su puestos. No es por controlar, sino por 'saber lo que están haciendo'. Y es que su manera de dirigir, asegura, se basa en saber escuchar las opiniones de los demás. 'Me gusta que todo el que trabaja conmigo opine, entones les escucho' y en función de toda la información que recoge toma una decisión. 'No me gusta tomar decisiones sin saber lo que opinan los demás. Todos tienen algo que decir y yo intento tomar decisiones meditadas', agrega Mazin, que trabaja una media al día de 11 horas. Un alivio de horario, si lo compara con las 20 horas que le dedicaba hace unos años a una multinacional para la que trabajaba. 'Pero creo que al trabajo hay que dedicarle calidad no cantidad'.
Mazin es licenciado en Economía por la London School of Economic de Londres, y ha desarrollado su carrera profesional durante 15 años en una multinacional de materias primas, alternando su residencia entre Reino Unido, Suiza, Estados Unidos y Moscú. En el año 2000 comienza a arrancar el proyecto de Mega Subasta Pública, que culmina en octubre de 2001 con la salida al mercado de la primera subasta pública, sistema para el que se edita una revista, en estos momentos de 32 páginas y 1.100 artículos, que se encarta una vez al mes en los periódicos de tirada nacional o a través de Internet. 'Se trata de un sistema novedoso, que va atrayendo cada vez a más gente por el boca a boca. En estos momentos, tenemos 45.000 clientes que ya han pujado por algún producto, que se consigue con importantes descuentos sobre el precio real', matiza este ejecutivo, que define a los españoles como 'consumistas, que intentamos comprar siempre más barato y habladores, en el sentido de que contamos todo en lo que hemos conseguido éxito, y, además, nos gusta jugar'. En definitiva, señala, una divertida forma de comprar.
Mejor por la mañana
Daniel Mazin tiene preferencias a la hora de trabajar: mejor por la mañana que por la tarde. Se levanta temprano y se dedica a pensar. 'Es la mejor hora para empezar el día con ideas frescas. Por la tarde soy menos efectivo'. Y ahora que está más aliviado de horas que cuando trabajaba para una gran multinacional prefiere tener calidad de vida y rascar tiempo para poder compatibilizar su vida personal con la laboral. Entre sus aficiones reconoce un amplio abanico que incluye desde jugar al tenis los fines de semana, desconectar del trabajo y viajar fuera de Madrid, pasear por el campo o leer novelas.