La oposición llama a la desobediencia civil para acabar con Chávez

La oposición venezolana anunció ayer que radicalizará sus protestas para forzar la convocatoria de elecciones anticipadas y la salida del presidente Hugo Chávez. Cuando se cumple un mes de paro nacional, los huelguistas llaman a la desobediencia civil.

'Es la respuesta necesaria a un Gobierno que ha tomado un carácter dictatorial', explicó en una entrevista a Cinco Días el presidente de la patronal Fedecámaras, Carlos Fernández. Al hacer balance de la huelga general, que comenzó el 2 de diciembre, el empresario reconoce que la 'situación se ha tornado muy difícil, Chávez no está dispuesto a facilitar una salida a la crisis'. El jefe de la patronal cree que 'el escenario no es propicio para una solución pacífica', pero afirma que 'no hay alternativa' a seguir con las acciones de protesta.

La huelga está ocasiona pérdidas diarias de 60 millones de dólares (una cantidad similar en euros) y tiene una grave repercusión internacional por la paralización de la actividad petrolera. Chávez anunció ayer que la actividad normal de la industria petrolera se reanudará en 45 días y la producción ya alcanza los 800.000 barriles diarios.

Venezuela abastece el 3,5% de la demanda mundial de crudo y su principal cliente es EE UU, al que suministra el 8% del petróleo que consume. La huelga ha llevado a los inventarios industriales estadounidenses de petróleo a cerca del mínimo en 26 años. A esta noticia se suma la tensión sobre Irak, que también impulsa el alza del petróleo. El barril de brent superó ayer los 29,4 dólares, frente a los 28,66 dólares del cierre anual.