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Estrategia

Uvas peladas y sin pepitas para cambiar de año

Hace cinco años una conservera murciana ideó envasar 12 uvas peladas y sin pepitas para cumplir con la tradición de Nochevieja

Un producto especial para un momento especial. Eso es precisamente lo que hace la empresa conservera murciana Conservas y Frutas (Cofrusa) desde hace cinco años. Y no les ha ido nada mal. La empresa prevé que las ventas de este año crezcan un 150% sobre las del pasado año. 'Es que cada vez tenemos más peticiones' reconoce orgulloso Emilio González, del departamento comercial de la compañía que hace cinco años puso en marcha esta novedosa idea.

Las 12 uvas peladas y sin pepitas, envasadas en almíbar y listas para tomar con sólo tirar de la anilla de la lata son producto de una inversión en una línea específica de producción de 575.000 euros. Comercializar uvas peladas y sin pepitas requería una maquinaria especial, que sólo está plenamente operativa durante los meses de verano, que es la época en la que la empresa prepara la producción que más tarde vende en Navidades. La maquinaria tan sólo se utiliza en otra ocasión durante el año para hacer cóctel de frutas, que es otro de los productos que comercializa Cofrusa, ya que también incluye uvas.

Los frutos que se venden en latas de 12 unidades para la celebración de la Nochevieja pertenecen a una variedad denominada superior, que no tiene pepitas, se cultiva en la Región de Murcia, en las zonas de Jumilla, Lorca y Cieza, por ejemplo, y se vendimian durante el verano. Ese es el misterio que explica el hecho de que las uvas no tengan pepitas.

Rozamiento mecánico

Pero tampoco tienen piel. Emilio González explica que los frutos se pelan mediante un procedimiento mecánico que, por rozamiento, elimina la piel de las uvas.

Cofrusa también ha descubierto los beneficios de la publicidad. Sólo este año la inversión realizada, especialmente en anuncios y a través de su presencia en algunos programas de televisión, ronda los 600.000 euros.

La empresa, que ha registrado la marca, la presentación y el envase de las uvas asegura que la comercialización de las 12 uvas les ha traído suerte. No sólo consiguieron vender tres millones de unidades durante el año pasado y tener la expectativa de crecer este año el 175%. Además, las ventas de las uvas, han generado, según Emilio González, un incremento en el conocimiento de la marca, lo que supone que, indirectamente, crezcan las ventas del resto de las frutas que comercializa la empresa. Cofrusa ha abierto la línea para otros productos específicos de Navidad, como las frutas en cristal con alcohol, desde las cerezas negras en almíbar con kirsch, a mitades de melocotón con brandy o el puré de fresa con amareto.

Una tradición de principios del siglo XX

La producción de uvas de 1909 en Levante fue excepcional. Los agricultores no sabían qué hacer con los excedentes e inventaron lo que más tarde se convertiría en toda una tradición. Si cada español comía 12 uvas (una por cada mes) durante la última noche del año, el problema del excedente de producción podía solucionarse. Fue así como surgió la idea de acompañar con una uva las campanadas de medianoche del día 31 de diciembre que dan paso a un nuevo año.Hoy no se concibe en España una Nochevieja sin las 12 uvas. Algo parecido a lo que pasa por ejemplo en Italia, donde en lugar de uvas comen un plato de lentejas, ya que la tradición italiana dicta que el siguiente año traerá tantas liras (ahora euros) como lentejas hayan sido ingeridas. Eso sí, las uvas complican la vida a mucha gente que no soporta las pepitas y la piel de las uvas y que antes de las campanadas de las 12 debe someterse al ritual alternativo de pelarlas manualmente y sacarles las pepitas.

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