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Proyecto

Telefónica propone invertir 300 millones para llevar Internet a las zonas rurales

Telefónica de España remitió el pasado 13 de diciembre al Gobierno un plan para renovar las 206.000 líneas que han venido prestando servicio telefónico en las zonas más despobladas desde 1993 y hasta la fecha, mediante la solución conocida como TRAC (telefonía rural de acceso celular). En 1995 el número de líneas activas mediante esta solución llegó a 260.000.

La oferta presentada al Ejecutivo por el operador dominante en su condición de titular del servicio telefónico universal en España, prevé una inversión de 300 millones de euros, de los que la Unión Europea aportará 144, procedentes de los fondos de cohesión.

Telefónica se enfrenta a este esfuerzo económico no por voluntad propia. La transformación viene determinada por la exigencia de las legislaciones europea y española, que han incluido en el servicio telefónico universal el acceso a Internet y a las prestaciones de la sociedad de la información.

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La tecnología por la que se dota de servicio telefónico en estos momentos a las zonas más despobladas, el TRAC, es una solución celular analógica soportada en la red Moviline de Telefónica Móviles que no permite el acceso a Internet.

El Gobierno ha establecido tres plazos para que el operador dominante culmine la sustitución de las líneas de TRAC por otras que sean capaces de aportar suficiente velocidad para que sean compatibles con Internet.

Según este calendario, el 30% de las 206.000 líneas deben ser cambiadas antes del 31 de julio de 2003, el 70% deben estar actualizadas en febrero de 2004 y el 100% de la renovación se debe alcanzar en diciembre de ese mismo año.

Alternativas técnicas

Telefónica de España, en la propuesta que remite al Gobierno para afrontar la sustitución del TRAC, plantea el uso simultáneo y complementario de cuatro alternativas tecnológicas diferentes. La operadora justifica esta oferta 'multiplataforma' con el argumento de que cada tipo de tecnología se adapta mejor a una zona geográfica específica.

El primero de los soportes tecnológicos ofrecidos es el LMDS, un sistema de acceso al bucle local del abonado basado en sistemas de transmisión y difusión por radio. Esta solución es ofrecida en la actualidad en España por ocho empresas.

De ellas, seis consiguieron su derecho a prestar servicios LMDS mediante licitación pública resuelta en marzo de 2000. Desde entonces, sin embargo, sus oportunidades de negocio han sido escasas y la situación en el sector es muy delicada.

Telefónica de España convocó en julio un concurso para solicitar ofertas de estas operadoras, con el fin de que le facilitaran la aplicación de soluciones de radio a la renovación de la telefonía rural. El operador dominante recibió cinco ofertas.

Tres provienen de empresas que cuentan con licencia LMDS en la banda de 3.5 gigahercios: Neo-Sky, Basa e Iberbanda. Una cuarta es de otra compañía de LMDS con licencia en la banda de 26 gigahercios. La última es Telefónica Móviles, filial de telefonía celular del grupo Telefónica. Las propuestas de servicio presentadas por estas cinco compañías han sido incluidas en la oferta que presentó Telefónica de España al Gobierno para la renovación del TRAC.

Fuentes de las empresas de LMDS explicaron que esta solución, que consiste en instalar una antena en un lugar elevado que pueda entrar en contacto por radio con la antena de múltiples posibles abonados, es recomendable para zonas como Galicia o Asturias, donde existe población diseminada en las laderas de montañas.

La segunda alternativa tecnológica que presenta Telefónica al Gobierno es la telefonía celular GSM, complementada con el sistema móvil de acceso a Internet conocido como GPRS. En principio, el único operador que implantaría esta solución es Telefónica Móviles.

El modelo de servicio es muy similar al que se utiliza hoy con el TRAC, que al fin y al cabo es también de telefonía móvil. Consiste en instalar una estación base de GSM en una zona inaccesible, pero situada de tal forma que tenga bajo su cobertura los hogares dispersos de distintos usuarios.

En la casa de cada uno de los clientes se instalará a su vez una antena celular, capaz de comunicarse con la estación base. La estructura social y geográfica del mundo rural en Extremadura, Andalucía, Galicia y Asturias admite este tipo de solución.

Cobre con ADSL

La tercera propuesta técnica que el operador dominante ofrece al Ejecutivo consiste en la extensión de la red conmutada de Telefónica a zonas que anteriormente estaban despobladas, pero que con el tiempo han incrementado su número de hogares y de habitantes.

Esta red está soportada en tecnologías de cable de par de cobre con el complemento del ADSL. Las nuevas urbanizaciones de la sierra de Madrid o de la costa mediterránea son susceptibles de implantar esta solución.

La última propuesta ofrecida para la telefonía rural es el uso de las soluciones que aporta el satélite. Esta tecnología espacial se ofrece tanto para el transporte a larga distancia de las señales, como para facilitar la terminación de la conexión con el usuario en los puntos más aislados del país.

El Gobierno exigirá que el proyecto se abra a otros operadores

El Gobierno, en concreto el Ministerio de Ciencia y Tecnología, tiene un mes de plazo para autorizar o rechazar el plan presentado por Telefónica. Fuentes conocedoras del proceso han asegurado que las mayores pegas a la propuesta del operador dominante provienen de la Unión Europea. Bruselas no está dispuesta a autorizar la aplicación de una subvención por 144 millones de euros en fondos de cohesión al desarrollo del proyecto si no se asegura que su implementación está abierta a la participación de otros operadores diferentes de Telefónica. Este argumento provocó en julio pasado la apertura de un concurso por parte de la empresa que preside César Alierta. El fin principal de la licitación consistía en conseguir las oportunas aportaciones de las empresas de LMDS, que disolvieran las suspicacias de Bruselas. No obstante, los responsables de la UE y de Ciencia y Tecnología plantearán que la apertura a otras empresas también se produzca en las soluciones que se apoyen en servicios celulares con GSM y GPRS. Otro de los aspectos que puede resultar conflictivo en la aprobación del plan de renovación de la telefonía rural es el destino que se dará a las frecuencias que Telefónica Móviles vaya liberando del servicio Moviline, que actualmente dan soporte al TRAC. El Ministerio de Ciencia y Tecnología quiere recuperar a toda costa estas frecuencias. El actual servicio de telefonía rural, conocido como TRAC, ha permitido la extensión del servicio telefónico a la práctica totalidad de la población española. Los usuarios que se han beneficiado de esta solución han pagado sus servicios con una tarifa idéntica a la de un cliente de Telefónica que se encontrara en el centro de una gran ciudad. Galicia, Asturias, Extremadura, Andalucía y las dos Castillas han sido las comunidades autónomas más beneficiadas por el servicio.

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