El puerto refugio propuesto por Fraga es un proyecto que nació hace 10 años
Quienes han venido apoyando desde hace una década la construcción de un puerto exterior en A Coruña, empezando por el propio alcalde de la ciudad, Francisco Vázquez, se han extrañado de que ahora el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, haya exigido al Gobierno sólo la construcción de un puerto refugio.
La reivindicación de una dársena para buques peligrosos, que se levantaría en Punta Langosteira, en la costa coruñesa de Arteixo, es muy vieja. El denominado puerto exterior figuraba ya entre las propuestas electorales del PP y en cada discurso anual del propio Vázquez. Aunque el proyecto recibió impulso tras el accidente del Mar Egeo, con él se pretendía evitar algo más que los efectos de accidentes más o menos graves. El nuevo puerto, con cuatro millones de metros cuadrados, serviría para paliar el peligro que supone la terminal petrolera del puerto y el poliducto que atraviesa la ciudad y los problemas medioambientales derivados del transporte de mercancías peligrosas. Un portavoz del ayuntamiento señala que 'el gran problema es el de la refinería, que está prácticamente en el centro de la ciudad'.
Aunque las distintas Administraciones reconocieron la necesidad del proyecto, éste no llegó a cuajar. La Autoridad Portuaria de A Coruña elaboró en su día un estudio técnico-ambiental e, inicialmente, valoró el proyecto en 463 millones, de los cuales, la Xunta prometió aportar 30 millones. Sin embargo, el pasado mes de abril, el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, reconoció en el Congreso que la dársena exterior estaba 'en el límite de la viabilidad técnica y económica'. Lo cual, matizó, no significaba que 'se vaya o no se vaya a hacer'.
Pero pocas semanas más tarde, el consejero de Política Territorial de la Xunta, José Cuiña, en respuesta a una pregunta del BNG, dejaba claro que el Gobierno gallego tampoco invertiría 'en un puerto de interés general del Estado, como es el de A Coruña', porque es a Fomento a quien corresponde su financiación.
Con dinero privado
Henrique Tello, portavoz del BNG en el ayuntamiento, recuerda que nunca ha habido partida presupuestaria para este puerto. 'Es una idea con la que todos han jugado políticamente, pero que no ha cuajado'. Además choca con otro puerto exterior que, aunque con gran retraso, se construye en Ferrol.
Sin embargo, a la vista de la escasa voluntad de las Administraciones de aportar fondos, en mayo, el entonces presidente de la Autoridad Portuaria, Antonio Couceiro (destituido de su cargo hace un par de semanas), anunció la elaboración de un plan de viabilidad sin aportaciones públicas. Una parte procedería de la venta de los terrenos de los actuales muelles (para lo que el ayuntamiento debería librar suelo), y otra, de fondos de empresas privadas. La intención era incluir en la promoción a Repsol y los grandes operadores internacionales de contenedores, como los del textil (caso de Inditex), carbón, fruta y pescado congelado. Las entidades financieras gallegas participarían en la financiación.
Sin embargo, empresas de la lista, como Repsol, han reconocido que nunca se les ha ofrecido oficialmente su participación.
La presión de Fraga parece haber obligado a Fomento a rescatar el proyecto. Pero, según fuentes de la Autoridad Portuaria, éste 'cambia radicalmente'. Se trata ahora de un puerto refugio, que serviría 'de abrigo en caso de galerna' o para buques accidentados. En palabras de Fraga, el proyecto está muy adelantado y estará listo en enero, porque se aprovecharán 'los estudios del señor Couceiro'. Pero, según algunas fuentes, al tratarse sólo de un puerto refugio, que se haría 'en el espigón', 'el coste será muy inferior y no soluciona los problemas de contaminación'.
Mariano Rajoy aseguró ayer que no es 'mala idea' la creación de una estructura autónoma especializada en catástrofes, tal y como sugirió Fraga. Pero reconoció que no es un 'tema fácil' y sería 'de difícil ubicación', aunque no descarta esta posibilidad.