Al menos 40 muertos en un ataque terrorista en la capital de Chechenia
Los rebeldes chechenes enviaron ayer una macabra tarjeta navideña al presidente ruso, Vladimir Putin, con un ataque suicida en el que al menos 40 personas murieron, aunque podrían llegar a 70, y otras 100 resultaron heridas en Grozni, capital de la región separatista.
Un camión Kamaz y un todoterreno UAZ cargados con una tonelada de explosivos irrumpieron en la sede de la recién construida Casa del Gobierno en Grozni y estallaron en un infierno de sangre a primera hora de la tarde, hora local.
Los vehículos 'explosionaron a diez metros del edificio' y dejaron 'un cráter de otros 10 metros de profundidad y 15 de diámetro', dijo un corresponsal de la agencia Interfax, quien resultó herido leve. Seis horas después del ataque, fuentes de las autoridades leales a Moscú informaron de que el número de muertos podría ascender ya a 70, según un despacho de la agencia oficial Itar-Tass.
Pero el coronel Iliá Shabalkin, portavoz del Ejército ruso en guerra con los separatistas desde hace más de tres años, anunció que los muertos eran 35 y hasta 200 el total de víctimas.
Aslambek Aslajánov, diputado ruso en representación de Chechenia en la región separatista, manifestó que según sus datos los muertos eran al menos 41.
El general Serguéi Makárov, comandante en jefe de las tropas en Chechenia, calificó el ataque de 'crimen monstruoso', mientras la Fuerza Aérea mandó cuatro aviones de socorro para evacuar heridos.