El tratado comercial UE-Chile entrará en vigor el 1 de enero
En enero de 2003 y una vez que concluya el proceso de ratificación en Chile por parte del Senado entrará en vigor el Acuerdo de Asociación Política, Económica y de Cooperación suscrito con la Unión Europea.
La UE es el principal socio comercial de Chile y el primer inversor extranjero en el país. En el año 2001, los intercambios comerciales entre la UE y Chile supusieron 7.658 millones de dólares, de los cuales 4.594 correspondieron a exportaciones chilenas. Por lo que respecta a las inversiones en el país latinoamericano, entre 1974 y 2001 los Estados miembros de la UE (fundamentalmente España, Reino Unido, Italia y Holanda) han invertido 17.629 millones de dólares.
El acuerdo de asociación incluye disposiciones relativas al diálogo político, la cooperación y un Tratado de Libre Comercio (TLC), el segundo entre la UE y un país latinoamericano, tras el suscrito con México.
El TLC prevé la liberalización de más del 90% de los intercambios bilaterales de bienes y servicios en un plazo de 10 años. Incluye, asimismo, disposiciones relativas a la protección de las denominaciones de origen en vinos y licores, normas sanitarias y fitosanitarias, medidas de promoción del comercio, un acuerdo de inversiones, un acuerdo para la apertura de los mercados de licitaciones públicas, normativa sobre competencia y propiedad industrial y un mecanismo de solución de controversias.
Dentro del apartado relativo a vinos y licores, en las negociaciones se ha llegado a acuerdos relativos a prácticas enológicas, indicaciones geográficas y menciones especiales de calidad. Como resultado, 15 firmas chilenas deberán dejar de utilizar en sus marcas algunos nombres que en el acuerdo han quedado como indicaciones geográficas, y que afectará a las denominaciones de champagne, chablis, pommard, corton y jerez. El plazo de cambio de nombres es de cinco años para las mercancías exportadas y 12 para aquéllas destinadas al mercado local chileno.
Además, los vinos comunitarios entrarán en Chile libres de tasas en un plazo de cuatro años, si bien el arancel que pagan en la actualidad es ya muy bajo. Como contrapartida, los empresarios chilenos han conseguido un desmantelamiento de los gravámenes arancelarios comunitarios en cuatro años hasta llegar a cero y sin cuotas, así como la aceptación por parte de la UE de sus prácticas enológicas.
En materia pesquera, una de las peticiones que la UE ha venido haciendo a Chile en el proceso negociador y que finalmente Chile ha denegado ha sido la cesión de sus recursos pesqueros en la zona de jurisdicción económica de las 200 millas.
No obstante, se ha llegado al compromiso por parte de Chile de permitir inversiones europeas en el sector, a través de empresas constituidas en Chile, acuerdo sujeto a estricta reciprocidad. Hasta la fecha, la ley de inversiones chilena sólo permitía el 49% de propiedad extranjera en las empresas del sector, mientras que el nuevo acuerdo permitirá a las empresas comunitarias adquirir el 100% del capital.
En inversión se consagra el derecho de acceso a los inversionistas de ambas partes en aquellos sectores en materia de inversión de bienes. Las inversiones en servicios se regularán por el capítulo de servicios.
El desarrollo de las relaciones comerciales entre ambas regiones va a verse muy favorecido por la firma del presente acuerdo. No obstante, dependerá también del camino que siga Chile respecto a la posibilidad de una integración regional con el Mercosur.