Lula avisa a los brasileños de que 2003 "será un año difícil"
El presidente electo de Brasil, Lula da Silva, advirtió hoy a sus compatriotas que el próximo año será complicado y que no deben esperar milagros durante los primeros meses de su gestión.
Lula, quien asumirá la presidencia el próximo 1 de enero, citó en concreto dificultades por el presupuesto anual que acaba de aprobar el Congreso. "Es uno de los presupuestos más apretados de los últimos diez años", consideró el presidente electo en declaraciones a periodistas.
El presupuesto global de gastos de Brasil para el próximo año será de 1,036 billones de reales, y en sus tres cuartas partes ha sido destinado a pagos de la deuda pública interna y externa. Lula y su Partido de los Trabajadores tuvieron poca participación en la elaboración del presupuesto, diseñado por el equipo económico del presidente saliente, el socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso.
El presidente electo afirmó hoy que "a pesar de la estrechez" del presupuesto dará prioridad al área social desde "el primer minuto" de su gobierno. Sin embargo, aclaró que su primer año en el poder "será difícil" y que nadie debe esperar milagros, aunque sostuvo que "en el momento en que se puedan canalizar todos los recursos necesarios hacia la política social se podrán hacer muchas cosas".
Lula tiene previsto reunir mañana, viernes, a todos los miembros de su futuro gabinete. Será la primera reunión de todo el equipo que gobernará Brasil a partir del 1 de enero, y, según Lula, su principal finalidad será analizar el presupuesto anual y la posibilidad de hacer recortes en ciertos sectores a fin de fortalecer la inversión social.