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Secretos de despacho
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Tradición en El Lobo

El máximo responsable de la compañía turronera representa la décima generación dedicada a este negocio. Su lugar de trabajo en la fábrica de Jijona es heredado y conserva un estilo tradicional, con maderas nobles y sillones de cuero

J

osé Manuel Sirvent heredó hace 10 años el despacho de su padre y apenas ha introducido cambios para poder trabajar en él durante todo el día. 'Mi padre lo montó ya en la madurez de su vida laboral y creó un despacho más enfocado a la comunicación y al diálogo que al trabajo diario', explica el máximo responsable de la empresa turronera. El despacho, amplio y alargado, es de estilo inglés, sobrio, con abundancia de madera noble en muebles y en toda la pared frontal, sillas y sillones tapizados de cuero, retratos de los antepasados y un óleo de animales. Los colores de las paredes y de las cortinas son crema y el suelo de terrazo gris oscuro. La iluminación es casi toda artificial, especialmente en la zona donde está la mesa de trabajo, como si en Jijona no luciera el sol. Y ello, a pesar de que la estancia cuenta con amplios ventanales en el 50% de sus paredes. 'No me gusta la luz natural, porque tiendo a mirar por la ventana y me distraigo, así que cierro la persiana de detrás casi por completo', justifica José Manuel Sirvent. La vista no es mala. El aparcamiento de la empresa, un huerto familiar y una de las montañas que rodean Jijona de fondo. La fábrica donde se producen los turrones de dos de las marcas más conocidas del mercado, El Lobo y 1880, está situada en el límite del casco urbano, a la entrada del pueblo, aunque la empresa ya está construyendo otra en un nuevo polígono industrial al que se trasladará a mediados de 2003. Allí irá también el museo del turrón.

Cuando recibió el despacho en 1992, Sirvent se dio cuenta de que no tenía mesa de reuniones, porque su padre las hacía en confortables sillones, más adecuados para su edad y para la duración de los encuentros. Sin necesidad de quitar ningún sofá, el heredero situó en la parte final de la estancia una mesa de cristal redonda y cuatro sillas de estilo clásico, a tono con el mobiliario del despacho, donde ahora puede reunirse con su equipo como mandan los usos empresariales actuales. Tampoco retiró Sirvent la televisión, el vídeo y la pequeña cocina escondida al final de la estancia, aunque hace poco uso de estos elementos. El despacho que heredó tiene también un cuarto de baño equipado con ducha, como corresponde a una idea de despacho en la que se van a pasar muchas horas. Y, efectivamente, Sirvent pasa mucho tiempo en el despacho, especialmente en la temporada alta del turrón que se inicia a finales del verano. 'En campaña hay muchos días que vengo a las seis de la mañana y no me voy hasta medianoche, aunque también me muevo mucho por la fábrica, mientras que hacia el mes de mayo el trabajo es más relajado y no hay que dedicarle tantas horas', explica.

Sirvent usa en el despacho un ordenador portátil que tiene encima del escritorio y con el que viaja a todas partes y en una mesita lateral ha situado una impresora. El ordenador, la calculadora y la agenda electrónica desplazaron en su día algunos marcos de fotos y dos estilográficas de plata que ahora adornan el mueble de la pared lateral. También han surgido en el lateral del escritorio dos pilas de papeles, síntoma de que por allí pasan las decisiones importantes de la compañía. 'Uno de los montones es de los papeles que llevo entre manos y el otro es de documentos que voy dejando ahí y que no toco mucho', señala el gerente de El Lobo. José Manuel Sirvent dirige la empresa como primogénito varón, siguiendo la tradición familiar, aunque la propiedad ya no ha pasado a sus manos en exclusiva, sino que la comparte con su hermana y su sobrina (hija de un hermano fallecido). Su actual despacho no lo heredará nadie, salvo algunos recuerdos, ya que tiene fecha de caducidad, junio de 2003, mes en el que la empresa se trasladará a la nueva fábrica.

Una mujer en la galería de gerentes

El Lobo produce turrón desde 1725 y lo exporta desde hace más de 100 años. La empresa ha pasado de padres a primogénitos a lo largo de 10 generaciones y los retratos al óleo de los últimos gerentes de la compañía adornan las paredes del despacho de José Manuel Sirvent, entre ellos los del padre, el abuelo y el bisabuelo del actual máximo responsable. Y también el de la única mujer que ha estado al frente de la empresa, la abuela de José Manuel Sirvent, que tuvo que regirla durante la Guerra Civil, cuando su esposo fue reclutado.

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