Rato pedirá a la UE que excluya del déficit las ayudas por la catástrofe del 'Prestige'
El vicepresidente económico, Rodrigo Rato, presentará en Bruselas en las próximas semanas una actualización del Programa de Estabilidad español (2003-2006) en el que se contempla el equilibrio presupuestario de las Administraciones públicas para 2003 y 2004, en la línea del último programa remitido hace un año a la UE. Sin embargo, en los escenarios macroeconómicos previstos (se estudiarán en el Consejo de Ministros de mañana) no se contemplará un cálculo del impacto económico y, por tanto, presupuestario, de la catástrofe medioambiental provocada por el petrolero Prestige.
El Gobierno ha resuelto, así, la difícil papeleta que supone apostar por el déficit cero como objetivo de política económica y, a la vez, dar el mayor margen posible para sufragar los gastos derivados del pago de compensaciones por el desastre ecológico.
Para este año, la situación no parece grave. El Ministerio de Hacienda, que coordina la ejecución presupuestaria, ha rebañado en torno a 230 millones de euros (remanentes de crédito de los diferentes ministerios) para sufragar las ayudas iniciales a armadores, marineros y marisqueros. Pero el problema se centra en lo que ocurrirá el próximo año, ante una catástrofe de la que aún se desconocen los gastos extraordinarios a los que habrá que hacer frente.
Rato indicó ayer en la Comisión de Economía del Congreso que pedirá a Bruselas que no aplique a España los criterios para el cómputo de déficit excesivo (es todo aquel que supere el 3% del PIB, en circunstancias normales) en el caso de que incurra en un desequilibrio en 2003 por las ayudas concedidas por el hundimiento del Prestige, ya que se trata de una catástrofe natural cuyos gastos tienen carácter extraordinario.
En la práctica, ello significa el reconocimiento, por parte del Gobierno, de que 2003 puede acabar con déficit público real, en contra de lo previsto inicialmente. Pero Rato quiere que la oficina de estadísticas europea, Eurostat, separe los que supondría un ejercicio presupuestario normal de la parte de gastos extraordinarios a los que tendría que incurrir el Gobierno por la marea negra.
Rato lo tiene fácil para obtener la autorización de Bruselas, ya que existe el precedente este mismo año de Alemania, cuyo Gobierno se ha visto obligado a dotar varios miles de millones de euros para compensar a los damnificados por las inundaciones, una circunstancia excepcional, prevista por la normativa comunitaria (Pacto de Estabilidad y Crecimiento).
Rato prepara, de esta manera, la posibilidad de que las Administraciones públicas tengan un ligero déficit en 2003 por causas extraordinarias, que, es muy poco probable que llegue a sobrepasar el listón del 3% del PIB, puesto como límite por Bruselas. Con todo, la cuantía nadie la sabe. 'Estamos ante una circunstancia excepcional, que afecta no sólo al Estado central, sino a los presupuestos de varias comunidades autónomas, que también contribuyen al cálculo global del déficit público', advirtió Rato.
El objetivo del vicepresidente segundo del Gobierno es que quede patente que todo desfase presupuestario tendría su origen en causas anormales a la política económica del Ejecutivo, que continuaría en la línea del equilibrio fiscal. Descontando este desfase, el déficit cero 'estaría garantizado', en su opinión. Rato adelantó ayer algunos datos de la actualización del programa de Estabilidad español, con independencia de que se incorporen cambios de última hora, antes de que sea aprobado por el Gobierno mañana. El superávit presupuestario, previsto que se alcance para 2004 en el Programa de Estabilidad vigente, se retrasaría hasta 2005. Es posible que se mejore la ratio de deuda en proporción al PIB. Esta ratio podría situarse por debajo del 50% del PIB antes de 2005 (47% en 2006).
En cuanto al crecimiento del PIB, Rato espera que este año acabe 'algo por encima del 2%', en torno al 3% en 2003 (por encima de las expectativas de la mayoría de expertos), y mantenerse en esa línea en los tres ejercicios siguientes. Ello facilitaría que se creen un millón de empleos hasta 2006. Las razones que esgrime Rato para apostar por una aceleración del crecimiento económico en los próximos meses se centran en que los indicadores que maneja el Ministerio de Economía reflejan que 'ya se está produciendo la recuperación en el cuarto trimestre de este año'. El vicepresidente económico destacó ayer la recuperación de las exportaciones (5,4% en octubre), de la entrada de turistas (7,2% en noviembre) y, sobre todo, de la inversión en bienes de equipo, muy deprimida en los últimos trimestres.
Galicia no cumplirá
Aunque aún es pronto para echar las campanas al vuelo, ya que, como reconoció Rato, un solo trimestre no marca tendencia, el vicepresidente económico lanzó un mensaje de optimismo a los diputados, recordando que España está creciendo por encima de la media comunitaria, y frente a países centrales como Alemania, en pleno estancamiento económico.
Mientras Rato comparecía ayer en el Congreso, los Parlamentos regionales de Cantabria y Galicia aprobaban sus respectivos presupuestos para 2003.
En el caso de Galicia, las cuentas regionales prevén una dotación global de 7.749 millones de euros para 2003, y un compromiso por parte de todos los grupos parlamentarios de dejar en el tintero el objetivo de déficit cero al que se había comprometido la Xunta, si ello fuera necesario para paliar las consecuencias de la catástrofe del Prestige. Algo que se da por seguro en el Ejecutivo gallego.